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El interés de las personas

Avatar del Paúl Palacios

Si existiera verdadero interés por sus comunidades indígenas, sus dirigentes lucharían para que los recursos recuperados del subsidio las favorezcan.

El 11 de agosto pasado, algún dirigente indígena convocó a una movilización, poniendo como principal discurso de reclamo la eliminación del subsidio a los combustibles. Por unas horas se bloquearon ciertos puntos de tránsito, lo cual se resolvió prudentemente con la intervención de la fuerza pública, y volvió la calma. Además de ese discurso de los combustibles, no se escuchó ninguna propuesta coherente de políticas económicas o sociales en beneficio de las personas que algún grupo de la autodenominada dirigencia del movimiento indígena dice representar.

No existió ninguna propuesta sobre educación pública, acceso a capacitación tecnológica o conectividad. Nada proponen en concreto esos dirigentes sobre atención a la salud prenatal o asistencia sanitaria a la niñez. No hablan una palabra sobre desnutrición infantil, especialmente cuando en la Sierra Central hay localidades donde uno de cada dos niños sufre de esta terrible tragedia. No se escuchó una palabra sobre asociatividad productiva, apoyo al cooperativismo, apoyo a lograr mayor eficiencia productiva, apoyo para salir en muchos casos de economías familiares de supervivencia precaria para convertirse en productores con acceso a mercados.

¿Saben por qué no lo proponen? Porque si todos esos problemas se resolvieran, ellos no serían elegidos dirigentes por su gallada. Para que los brujos y chamanes funcionen en una comunidad, tiene que prevalecer el oscurantismo, la ignorancia y el miedo en esa comunidad. Si se van resolviendo progresivamente los problemas de quienes dicen representar, progresivamente estos dirigentes tendrían que ceder su espacio a jóvenes educados, progresistas, beneficiarios del progreso y no de los estados fallidos, que es lo que estos pretenden.

Si fueran un poco más creativos, lo que estuvieran negociando con el Gobierno es qué proporción de los nuevos ingresos del Estado, por la eliminación del subsidio de los combustibles, irán a resolver los problemas de las comunidades vulnerables que dicen representar. No lo harán porque no trabajan por el interés de las personas, sino por sus intereses.