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Paúl Palacios: ¿Es la religión?

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Atribuir a las prácticas religiosas la razón de la prosperidad o pobreza se topa con evidencia que contradice la afirmación

Desde hace algún tiempo mucha gente ha afirmado que el problema del subdesarrollo es un asunto de las religiones que profesan los pueblos. No vamos a centrar la reflexión considerando religiones de Oriente, como el budismo, zoroastrismo, hinduismo o el sintoísmo; ni tampoco el cada vez más occidental islamismo; nos vamos a concentrar en las dos corrientes fuertes del cristianismo: catolicismo y protestantismo.

Por un momento nos olvidaremos de los ortodoxos. Se dice, y no es nuevo, que el problema de los países pobres americanos, generalmente católicos, es que abrigan el catolicismo, y esta religión considera la pobreza una virtud. De otra parte, la Reforma protestante valora como virtud el trabajo, no la pobreza. Visto así, simple, parecería haber una correlación, pero ¿es la religión católica la causante?

Quienes han leído con profundidad la Doctrina Social de la Iglesia tendrían otra opinión, pero analicemos un poco más. Chile, que alcanzó niveles de crecimiento remarcables, seguía siendo católico entonces. Argentina, a inicios del siglo XX era una potencia, y era católica. Costa Rica, que tiene niveles de mayor desarrollo relativos en su subregión, es católica. Francia, Italia y España lo son; pero además, regiones como la Lombardía o el Véneto, son dos concentraciones de creación de valor económico de las más prósperas del mundo.

Quizá alguna gente olvida que el 42% de los habitantes de Massachusetts son católicos (más que cualquier otra línea cristiana); por cierto, según cifras a 2023 es el estado con el mayor PIB per cápita de la Unión.

Alejándonos, algunos economistas de los últimos dos siglos atribuían el subdesarrollo chino a los valores del confucianismo (no una religión en sí misma), pero resulta que China tiene hoy los mismos valores que hace siglos, y ha tenido un remarcable crecimiento económico en los últimos 40 años.

Sería materia de larga discusión el tema de la prosperidad de los judíos, pero por ahora no agotaremos caracteres en ello.

No parece entonces que la religión marca el destino de la prosperidad o la pobreza. ¿Entonces, a qué se debe?