Otra más

La quiebra de la bolsa de criptomonedas FTX en Bahamas es una alerta de los riesgos para la economía mundial de estos mercados sin supervisión alguna’.
Desapercibida en Ecuador, pero no por mucho tiempo, fue la debacle de la bolsa de criptomonedas FTX. Luego de tan solo una semana de haberse pintado como una organización sólida y estructurada, se ha ido a la bancarrota. FTX, una organización basada en Bahamas, llegó a tener más de 1 millón de usuarios, incluyendo inversionistas individuales e institucionales. En la plataforma se transaban una serie de criptomonedas que no contaban con la supervisión de autoridad alguna. A partir de la declaratoria de bancarrota de FTX, vinieron adheridas más de 100 otras empresas relacionadas en el mismo camino, y la destrucción de valor por millardos de dólares. Por si fuera poco, de los despojos de los activos que quedaban, se reportaron transferencias no autorizadas de dinero y conversiones tampoco autorizadas de unas criptomonedas en otras más líquidas.
¿Por qué nos interesa esto en Ecuador? Por varias razones que, aunque parecen lejanas, están muy próximas. Primero, en nuestro país operan transacciones de este tipo por fuera del alcance de las autoridades de supervisión. Deberíamos decir que, si alguien quiere suicidarse económicamente, que lo haga, pero como ocurre cuando colapsan los captadores ilegales de dinero, los ambiciosos ‘inversionistas’ terminan yendo a hacer cola a las Superintendencias para que respondan todos los ecuatorianos al rescate con sus impuestos. En segundo lugar, como pasa con este tipo de inversiones opacas, no se tiene idea del tamaño del problema. Adheridas a estas pirámides (sin valor fundamental) que son las criptomonedas, aunque hay quienes digan lo contrario, existe un sinnúmero de productos derivados: futuros, opciones, híbridos, notas estructuradas, etc., de cuya magnitud no se tiene idea. Muchos de esos instrumentos están en manos de la banca de algunos países (no en Ecuador), y pueden contaminarlos enormemente, con consecuencias impredecibles.
Es indispensable buscar mecanismos de supervisión para evitar estos desastres, pero además para impedir el lavado de activos y su uso por parte de organizaciones del crimen organizado internacional.