Desdolarización: Zimbabue
Aunque los bonos fueran emitidos en dólares, tendrán que buscar quién se los reciba para comprar o quién se los pague a su vencimiento.
Zimbabue es un pequeño país al sur de África, con una población parecida a la de Ecuador. A pesar de ser un país muy rico en recursos naturales, la corrupción, el populismo y la demagogia lo sumieron en una crisis espantosa de inflación, que al año 2008 alcanzó 100.000 %. Un proceso de reforma agraria terminó destruyendo la capacidad de producción agrícola del país, seguido de desórdenes comerciales y fiscales, los cuales lo llevaron a la ruina.
En ese escenario la población de manera espontánea empezó a utilizar para sus transacciones el dólar norteamericano, el euro y el rand sudafricano. Muy pronto el gobierno, tal como ocurrió en Ecuador en el año 2000, se vio forzado a sustituir la moneda local por el dólar norteamericano, frenando de un tajo la inflación y generando un ambiente de estabilidad. El crecimiento económico se aceleró, con tasas superiores al 5% anual en los años siguientes. Pero el país solo había tomado una medida cambiaria.
En lo posterior no se tomaron acciones concretas para realizar un ajuste estructural fiscal, no se facilitó el regreso de los prósperos y eficientes granjeros a quienes se les confiscó la tierra, limitando la capacidad agrícola; continuó la corrupción en todas las esferas del Estado; y al final se dijo que la dolarización era un dogal para reactivar la economía, creyendo que al eliminarla y emitir moneda sin corregir lo demás, se saldrá del problema.
El 7 de junio pasado el presidente Mnangagwa declaró que el país contaría con moneda propia para fines de 2019. Esta nueva moneda tendrá como objetivo reemplazar al bono zimbabuense; una especie de medio de pago inventado cuando se le acabó la plata al gobierno. Exactamente un caso igual como si al gobierno de Ecuador se le ocurriera pagar a los municipios, a las prefecturas, a sus proveedores, al IESS y finalmente a los servidores públicos, con bonos.
Aunque los bonos fueran emitidos en dólares, tendrán que buscar quién se los reciba para comprar o quién se los pague a su vencimiento. Pasará lo que tiene que pasar: Zimbabue regresará a la hiperinflación y a la pauperización.