Juicio crítico

Cada día tenemos el impulso de juzgar y sentenciar todo, sin tomarnos la molestia de escuchar ambas versiones
en una controversia’.
En abril de 2020, junto a un equipo de personas e instituciones, llevamos adelante un plan de asistencia alimentaria humanitaria durante el confinamiento. En ese desesperado instante, sin bandera política, ideológica, o de cualquier naturaleza, se juntaron voluntades muy diversas con un solo propósito.
De pronto un día una persona elevó a las redes sociales un video donde aparecían personas que desde una volqueta iban moviendo ciertos kits de alimentos hacia la parte delantera del balde de esta. El video iba acompañado de un audio, presumiblemente de quien lo había filmado, acusando a las personas de estar sustrayéndose los kits de alimentos. Inmediatamente después, en las mismas redes sociales explotaron comentarios acusando a las personas, y con todos los epítetos inimaginables. Empecé a recibir llamadas de todos lados, incluso de personas muy cercanas ‘indignadas’ por eso, y la preocupación de algunos donantes.
Mi primera reacción como coordinador fue preguntar a quien manejaba la operación logística de entrega, y se me ratificó lo que antes había observado en el procedimiento: las volquetas, camiones y camionetas salían repletas de kits y en la medida en que se distribuían se acumulaban en la parte delantera de los vehículos para ir controlando la entrega a los miembros del equipo que los llevaban casa por casa. Todos los convoyes iban resguardados por la Policía y el Ejército. Reaccionamos rápidamente y publicamos una explicación del procedimiento, y las cosas quedaron ahí, pero la iniciativa estuvo a punto de recibir un golpe mortal.
Eliminé el audio del video y pregunté a 10 personas qué veían, y 9 indicaron que se entregaban ordenadamente kits desde el vehículo. Hice lo mismo con otras 10 pero con el audio, y 8 dijeron que se estaban robando los kits. Si el video hubiera sido tomado 15 segundos antes o 15 segundos después (o no hubiera sido cortado), no se habría producido ninguna controversia.
Escuchemos siempre a ambas partes, no saquemos conclusiones apuradas, construyamos un juicio crítico y no cedamos a lo que quieren hacernos oír o ver. ¡Feliz Navidad!