Qué está en nuestras manos

Hagamos como ciudadanos lo que está en nuestras manos, cediendo el menor espacio a los políticos, porque nuestro futuro no puede reducirse a sus actos
El día martes 16 pasado amanecimos con la decisión del presidente de la República de disolver la Asamblea, ya como consecuencia de una situación insostenible de gobernabilidad.
Discutir en este momento sobre las causas y razones por las que hemos llegado a donde estamos es muy importante, pero para efectos inmediatos la discusión es amplia y puede tomarnos mucho tiempo, tiempo necesario hoy para mirar hacia adelante.
La reacción de las personas en circunstancias complejas como esta es de inmovilidad. Por la incertidumbre, las personas se detienen y levantan la mirada en busca de una guía que les permita interpretar la realidad y señalar un camino. Son en estas circunstancias de poca luz donde florecen los auténticos líderes en una comunidad.
Lo primero que debemos entender como ciudadanos es qué está en nuestras manos y qué está fuera de nuestro alcance. Estemos conscientes de que una parte importante de nuestro futuro está en manos de gente indeseable, no todos, o por lo menos de algunas personas no confiables que dominan el ambiente político y entidades del Estado. Sobre el actuar de estas personas solo tenemos el poder de nuestra acción colectiva a través de redes sociales, manifestaciones públicas u otras formas de expresión. Esta gente le teme a la opinión pública y por eso trata de limitar a la prensa y a las redes sociales. En nuestras manos está también entender cuál es nuestro aporte diario como ciudadanos en general, como trabajadores, como empresarios, como profesionales, como personas involucradas en entidades de la sociedad civil.
Está en nuestras manos la responsabilidad cívica de hacer lo cotidiano bien, y si lo hacemos bien, hacerlo mejor. Está en nuestras manos no parar el país, transmitir tranquilidad a quienes nos ven como referentes; ofrecer optimismo a nuestros niños y jóvenes. Está en nuestras manos dejar cada vez menos posibilidades en manos de los políticos, a través de nuestra vigilancia y veeduría ciudadana, y ayudar a la fuerza pública con nuestro respaldo.
Hagamos lo que está en nuestras manos, porque es la única forma de sostener a nuestro país.