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‘Imbecillitas sexus’

Avatar del Priscilla Falconí

Investigaciones determinan también que... cuando una mujer lidera una firma, esta expande su desempeño porque se tiende a soluciones más creativas

Tuve el privilegio de ser anfitriona de Women in Law, evento para crear conciencia sobre los obstáculos que enfrentan las abogadas en su carrera y para ofrecer un espacio de encuentro, ejemplo e inspiración.

No estudié en la universidad la trayectoria de la mujer en la profesión legal e inconcebiblemente, en casi 20 años de experiencia, madre de cuatro mujeres, no me había detenido a observar mi camino, ni a examinar el de otras, gracias a quienes, por su lucha por la igualdad y equidad, ejerzo una actividad que durante siglos fue exclusiva para hombres.

Empecé mi investigación por el derecho romano, donde el ‘pater familias’, rol vetado a la mujer, ejercía autoridad con plena capacidad jurídica para obrar sobre el resto de personas; mientras que, a la mujer, por ‘imbecillitas sexus’ (congénita imbecilidad, debilidad, corto talento y la obligación de comportarse con decoro), se le prohibió, entre otras cosas, alegar ante tribunales de justicia. Transcurrieron siglos para que las mujeres pudieran estudiar y graduarse de abogadas, teniendo además que pelear reiteradas decisiones judiciales que rechazaron su pretensión de practicar, afirmando no estar “en contra de la innovación, pero esto nunca se ha hecho antes”; protegiendo la exclusividad masculina del sistema judicial.

Mi exploración me llevó a la serie de Netflix La Ley de Lidia Poet, basada en la lucha de la primera abogada italiana por ejercer la abogacía, quien aspiraba a ser abogada como su hermano. Se graduó en derecho de la Universidad de Turín en 1881. La Orden de Abogados aceptó su ingreso en 1883 y lo revocó tres meses después porque un Tribunal la inhabilitó invocando ‘imbecillitas sexus’, pues permitirle alegar ante el tribunal sería “contrario a la reserva y la modestia propias de su sexo”. Lidia trabajó a través de su hermano 36 años, hasta que una ley le permitió readmitirse, a sus 65 años, a la Orden de Abogados. En Inglaterra el enfrentamiento fue contra la interpretación antojadiza de la Corte sobre que el término “persona”, para admisión a colegios de abogados, se refería a las “del sexo masculino, porque nunca antes se había admitido a otro tipo de persona”. En Ecuador la primera mujer abogada data de 1928.

Hoy, mujeres y hombres tenemos presencia en casi todos los espacios de la abogacía, pero pese a que cada año egresamos más mujeres que hombres, todavía afrontamos falta de promoción, brecha salarial, incompatibilidad familiar, intimidación y acoso sexual en el contexto laboral. Según estudios, las mujeres representan solo 17 % de los socios en bufetes y ellos tienen de 2 a 5 veces más probabilidades de alcanzar cargos directivos; el salario es 20 % superior para los hombres por la misma posición; y si ellas deciden formar familia les es más complicado escalar por los estereotipos propios de la profesión y las largas jornadas. La IBA afirma que 54 % de mujeres ha sido víctima de acoso sexual en su trabajo, 57 % de los casos de intimidación y 75 % de los acosos no se denunciaron porque el agresor ostentaba un alto cargo o para no manifestar debilidad en el ejercicio de su profesión; y que en despachos dominados por hombres estos comportamientos son más frecuentes.

Investigaciones determinan también que la diversidad de género aumenta la productividad y rentabilidad en los negocios en alrededor de 21 %, y que cuando una mujer lidera una firma esta expande su desempeño porque se tiende a soluciones más creativas y flexibles al resolver conflictos.

La historia nos ha enseñado que el cambio es inevitable, pero depende de nuestras actuaciones acelerarlo. Si antes éramos consideradas ‘imbecillitas sexus’, hoy está demostrado que las mujeres somos una fuerza que la humanidad debe incluir, en igualdad de condiciones, en beneficio de todos.

Sigamos creando espacios de conciencia y empoderamiento para alcanzar una diversidad genuina e inclusiva en todas las profesiones.