Rafael Oyarte: Fiestas patrias
Es curioso que fuera del país los ecuatorianos festejan el 10 de agosto como Día Nacional, pero al interior de nuestras fronteras no es así
Esta semana son Fiestas de Quito y en las radios y canales de TV suena el Chulla Quiteño, además del Romántico Quito Mío, el Mi Quito es un edén de maravillas y muchas más. Se arman festejos en muchos barrios, como el Chavezaso y el Morlanzaso. Tocan las bandas de guerra de los colegios, se hacen desfiles, se instalan locales de comidas típicas, se hacen homenajes, declamaciones y se enaltece a la ciudad. Cosa similar se hace en Guayaquil con sus Fiestas Julianas, en Cuenca, Ambato y en todas nuestras urbes.
Desde niño me he preguntado por qué en nuestro país se festeja con tanto fervor a nuestras localidades, pero a Ecuador no se le dedica nada, ni cercana ni pálidamente, parecido. Se puede creer que eso se debe a que no tenemos un día de la independencia nacional, sino varias ‘independencias’, también por localidades. Pero, si bien en muchos países el día nacional es el de su independencia, en varios otros no. Así, el 4 de julio y el 28 de julio son los de la proclamación de independencia de Estados Unidos y del Perú; en cambio, el 18 de septiembre no es el de la independencia de Chile sino el de la constitución de la primera junta de gobierno, formada en 1810 en defensa de la monarquía española luego de la captura del rey Fernando VII por Napoleón Bonaparte. Asimismo, el día de independencia de México no es el 15 sino el 16 de septiembre: los festejos comienzan el 15, cuando se recuerda “el grito de independencia”, aunque se suele señalar que eso se debe a que era el día del cumpleaños del Porfirio Díaz, que gobernó 26 años ininterrumpidos, aunque fueron 35 años de ‘Porfiriato’.
Es curioso que fuera del país los ecuatorianos festejan el 10 de agosto como Día Nacional, pero al interior de nuestras fronteras no es así, pues ese día no se celebra ni en Quito, más allá de unas pocas solemnidades, pues menos aún se lo hace en otras localidades. El 9 de octubre y el 3 de noviembre se celebran en Guayaquil y Cuenca, respectivamente; en el resto del país no pasan de ser feriados que, encima, se mueven al viernes. ¿A alguien se le ocurriría mover el 7 de septiembre en el inmenso Brasil?
A Ecuador no le celebramos en lo absoluto: ni festejos, ni desfiles, menos aún banderas izadas. ¿Eso es parte del patriotismo? Pues al que dice que no, ni le pregunto qué siente cuando sus hijos no le dicen ni feliz cumpleaños por el día de su intrascendente nacimiento.