Rafael Oyarte: Israel y la defensa preventiva
Así lo ha hecho Turquía, hace años, en el norte de Siria, aunque con una intervención directa en la guerra civil
Si algo distingue a la legítima defensa en el Derecho Internacional es que las naciones pueden prevenir un ataque, a diferencia del Penal, en que la defensa solo puede ocurrir ante una agresión actual. Así, ante una presunción de agresión la respuesta puede ser anticipada, adelantándose al ataque, evitando sus efectos dañosos, que nadie está obligado a soportar. El Estado que supone será agredido debe tener plena certeza de que el ataque armado se llevará a efecto de manera inminente, correspondiéndole probar que es imposible o ineficaz intentar activar los mecanismos de protección internacional, pues un plan concertado o un complot para agredir y la preparación de una guerra de agresión son crímenes contra la paz.
Pero no basta la simple amenaza o la retórica bélica para ello, sino que la presunción debe ser tan grave que haga del acto de agresión un evento prácticamente inevitable, lo que es agravado en el caso de estados que, como Israel, tienen una escasa profundidad estratégica, respecto de los que tienen una gran extensión territorial, como Rusia. El caso paradigmático fue la Guerra de los Seis Días de 1967, en que Israel previene el inminente ataque de sus vecinos árabes, pues no podía disputar una guerra defensiva, en su escaso territorio, contra ejércitos numéricamente muy superiores y a riesgo de infinidad de víctimas civiles, irreparables daños y de la misma existencia del Estado al que se amenazaba con aniquilar. Israel, entonces, se anticipa. Y no es una actitud recurrente de los israelíes: en 1973 sufrió el embate egipcio y, aunque ya contaba con el ‘colchón’ del Sinaí, el riesgo de desaparecer estuvo cerca, pues Siria y Jordania se sumaron otra vez al ataque.
La Siria de los Al-Assad fue un implacable enemigo y, sin duda, los nuevos inquilinos de Damasco no es que le sean amistosos, existiendo, además de todo el caos, el evidente peligro de que cualquier grupo irregular fundamentalista puede apropiarse de las armas del desbandado Ejército Sirio, por lo que Israel decidió eliminar esas armas, que están en abandono, y ha ocupado la zona de amortiguamiento en los Altos del Golán para evitar ataques a su territorio. Así lo ha hecho Turquía, hace años, en el norte de Siria, aunque con una intervención directa en la guerra civil, lo que no ha hecho Israel.