Roberto Aguilar | Un cataclismo, una hecatombe
¿Qué está dispuesto a hacer Tomislav Topic, magnate criollo del Internet, para conservar su reino?
Al pánico financiero, cuya provocación está penada por la ley, Tomislav Topic sumó todos los pánicos del Apocalipsis. Desde los semáforos hasta los aeropuertos, desde los servicios públicos hasta las comunicaciones, desde las tarjetas de crédito hasta los cajeros automáticos, todo se paralizará y se vendrá abajo. “Un cataclismo, una hecatombe” es lo que se le viene al país por haber perdido él la licencia para operar el cable submarino que le entregó en bandeja su corruptísimo compadre, el exvicepresidente convicto Jorge Glas. Lo dijo en uno de sus medios afines ante la complaciente mirada de sus entrevistadores: “Un cataclismo, una hecatombe”. Palabras mayores. Y más que a premonición suenan a amenaza
¿Qué está dispuesto a hacer el magnate criollo del Internet para conservar su reino? Para empezar, meternos miedo. En ese empeño no le tiembla la voz, por inverosímiles que resulten sus palabras. La verdad es que, a no ser que él y su empresa Telconet decidan boicotear la marcha del país con el propósito de salvar sus negocios, el apocalipsis que profetiza no tendrá lugar: porque su obligación es seguir brindando el servicio hasta que se establezca un régimen de transición para el traspaso del cable submarino. ¿Acaso está pensando en tomarnos a todos por rehenes a la fuerza?
“Un cataclismo, una hecatombe”. Oyendo a Tomislav, uno no puede sino respirar aliviado por la exclusión de su hijo Jan de la carrera hacia la presidencia. Verdad es que Noboa utiliza todo el poder que le confiere su cargo para sacar del medio a sus rivales (lo mismo da si se trata de una exesposa o un opositor político) y que resulta ser, como él mismo reconoce, un enemigo de cuidado. Pero lo de los Topic es otra cosa: estamos ante un grupo económico que, gracias a sus relaciones políticas con gente que ahora está presa, detenta un enorme poder de control sobre un sector estratégico clave, con concesiones para el servicio de datos, concesiones para el cable submarino, concesiones para la fabricación de fibra óptica… Un sector que debería estar muy regulado por el Estado. Y un grupo económico capaz de amenazarnos con el apocalipsis digital para conservarlo. Y que aspira a la administración directa del poder político. Quiere la presidencia de la República, nada menos. Cómo no va a ser un alivio verlos fuera de estas elecciones.
Quedan flotando algunas preguntas. Para empezar, ¿en qué condiciones ha funcionado y funciona el negocio del Internet en el país? Lo que se cuestiona de Telconet son las irregularidades en el procedimiento que se siguió para otorgarle la concesión, en el año 2015. ¿Tres gobiernos se hicieron de la vista gorda? Ver al expresidente Guillermo Lasso y al prófugo Rafael Correa unidos en la defensa de Telconet es bastante revelador, aunque poco edificante. ¿Provienen de estas relaciones las ventajas que los Topic obtuvieron para desarrollar sus negocios? Las prácticas anticompetitivas; los elevados costos de la operación del cable submarino, que resulta aquí mucho más caro que en Colombia; la eliminación de la figura de “transporte internacional terrestre de Internet”, que permitía a los pequeños operadores, precisamente, conectarse con Colombia, como recuerda el experto Juan Carlos Solines, y los obliga a someterse a los precios más elevados de los Topic… Sí, es un alivio. Y una lástima saber que no es para remediar estas cuestiones que Noboa hace lo que hace.