Premium

Va... porque va

La frase define lo que somos. Porque aquí las cosas van por que van, como los enmarañados enredos falsamente llamados ‘concursos’ para los nombramientos de contralor, defensor del Pueblo y miembros de la CC. Los 2 primeros tomarán 7 meses.

En cambio, la terna para vicepresidente con el nombre de María. Alejandra Muñoz fue enviada por Lenín Moreno el 10 de julio. Luego de una semana fue designada mediante un proceso político en la Asamblea, pues se trata de un acto de gobierno, no de un concurso administrativo. Sonia Sotomayor, ecuatoriana radicada en EE. UU. y primera hispana en lograrlo, fue confirmada por el Senado de ese país como magistrada de la Corte Suprema el 2009, gracias al mismo procedimiento.

En la adecuada comprensión de que no se puede “despolitizar” un acto de gobierno cuya naturaleza es -precisamente- política, John F. Kennedy nombró a su hermano Robert como fiscal General, único en quien confiaba para tal cargo. Y así se nombraba aquí también a las autoridades desde 1835, porque en el sistema presidencial es el presidente quien las nomina. (¿Es tan difícil de entender?). Pero un ocurrido -allá por 1997- plasmó la mágica frase: “hay que despolitizar el nombramiento de los órganos de control”. (Piense, amable lector… ¿Se “despolitizó” algo? ¡Qué risa!).

Luego los figuretis de pantalla repitieron esta tontería, mañana, tarde y noche; y como las cosas van porque van, así nació el engendro constitucional llamado Consejo de Participación, dedicado a armar estos enredos mal llamados ‘concursos’ en medio de montañas de papeles, requisitos truchos y mil formas de subir y bajar puntos en los falsos procesos de selección.

‘Probidad notoria’ acreditada mediante certificado. Como si un papel qué dice “él es honrado” fuese la prueba de una honradez que debe ser notoria, visible, indubitable. Así se burlan de nosotros en el circo Ecuador: nos hacen creer que quien ellos dicen, fue quien ‘ganó’.

Hay que cambiar la Constitución… ¡ya!, para volver al histórico sistema universal de designación. Mientras tanto, los concursos falsetas -igual que el impostergable dragado-… “van porque van”.