¿Jueces o... ideólogos de “género”?

Yuval Harari vive con su esposo. Es homosexual. Y dado que su obra Sapiens ha vendido 21 millones de ejemplares y sido traducida a 85 idiomas, sería un gran vocero de la ideología de género. Pero resulta que es profesor de la Universidad de Jerusalén. Es un académico. Lo que escribe se basa en la ciencia (episteme) y no en su opinión (doxa). Por eso afirma que “todo el que lea… [su] libro es un Homo Sapiens: la especie Sapiens (sabio) del género Homo (hombre)”.
Es que -así como la estructura del átomo o el tratamiento del cáncer no admiten ideologías- la biología tampoco. No hay 2 “géneros” sino uno: el género humano, con dos sexos. Y el ser humano pertenece al género: homo, reino: Animalia, especie: Sapiens Linnaeus, orden: Primates, familia: homínides. Lo contrario es ideología, no ciencia. Por eso, un juez que se rige por su activismo y no por los postulados de la ciencia, no cumple los objetivos fundamentales de la justicia y la Ciencia del Derecho: dar a cada quien lo que corresponde. Sino lo que su activismo anticiencia le ordena decidir.
Y eso es lo que está pasando. La CC -cual si estuviera en concurso de popularidad- ha resuelto cuatro de sus fallos en función de su activismo pro ideología de género y no con base en lo que manda la Constitución: 1. Esta dice que “…matrimonio es la unión entre hombre y mujer”. La CC falla que es entre personas del mismo sexo; 2. La Constitución protege la vida desde la concepción; el aborto termina la vida, pero la CC lo permite. 3. La Constitución establece el derecho prevalente del niño “sobre los de las demás personas”. No dan la custodia del niño a la madre gracias a la no discriminación por género. 4. Sin entender la posición dominante de autoridad que ejerce alguien de 18 años sobre una adolescente de 14, (edad a la que necesita psiquiatra si le sale un barro) deciden que su consentimiento es válido en una relación sexual. ¿Denominador común? La ideología, no la ciencia. No el clásico “administrando justicia en nombre de la ley”, sino en nombre de la ideología de género.
¿El país les paga sueldo para ser ideólogos de “género” o jueces?