Premium

Roberto López Moreno | Cuando la ideología le ganó a la ciencia

Avatar del Roberto López

Están destruyendo a nuestros niños. ¡Ya paren!

La mejor forma de engaño es presentar una mentira disfrazada de verdad.

Me explico: el principal requisito de la actividad judicial es la imparcialidad. Si un juez es primero ‘ideólogo’ y después juez, no es imparcial y jamás emitirá un fallo confiable. Su ideología lo condiciona. Entonces, si usted es la ‘dura’ de un régimen y armó una corte de ideólogos disfrazados de jueces para cumplir sus lineamientos ideológicos, esa corte nació muerta porque JAMÁS será imparcial.

Y eso es lo que hace la mayoría ideológica de ‘la mejor corte de la historia’ al cuentearnos reiteradamente, con FALSOS DILEMAS. El fallo del aborto por violación se origina en una demanda para privilegiar el derecho a la libertad sexual, sobre la vida del niño. Y… ¡les dan la razón!, en abierta violación del art. 44 de la Constitución, el cual dispone que los derechos del niño “prevalecerán sobre los de las demás personas”. Así, el falso dilema concluye con una falsa decisión.

Ahora lo vuelven a hacer con el fallo sobre la niñez trans. Crean otro falso dilema: ‘la discriminación por género’ (tema favorito de la mayoría de ideólogos disfrazados de jueces) frente al supuesto derecho a la identidad transgénero de los niños de cinco años. Bueno pues, ese supuesto dilema no existe. No hay ‘géneros’ cuando se argumenta científicamente. Los ‘géneros’ son un ‘constructo’ (vaya palabreja) social, no científico. Hay un género humano con dos sexos: masculino y femenino.

Una Corte no puede validar una ideología que contradice a la ciencia. Porque la ciencia es lo que tiene valor en un juicio y no la opinión [Doxa], que -al final del día- es lo que termina siendo esta tontería. Un niño disfrazado de perro, no es un perro; un niño disfrazado de niña, no es una niña. Para serlo, no debe tener cromosomas XY sino XX, como tienen las niñas. Biología = ciencia, no opinión.

Por eso nuestra legislación desde la época del rey Pepino exige que un curador ‘ad litem’ represente a los menores en un proceso al ser incapaces relativos, lo que les impide la toma de decisiones adecuadas.

Están destruyendo a nuestros niños. ¡Ya paren!