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Roberto López Moreno | Tú me importas

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Así, el elector -que siempre detesta al legislativo- le creyó

-Mándame tu chofer, me dijo un buen amigo. Pero yo… no tengo chofer. Manejo mi vehículo. Claro, él ve la realidad desde la suya y no desde la de los demás. Y este es un buen ejemplo de que, cuando aspiras a que todo un país vote por ti, tienes que interpretar las cosas a partir de la realidad del votante y no de la tuya. Entender que lo que hay son 18 millones de choferes que votan y que numéricamente son más que los cuatro jefes. Y que es a ellos a quienes tienes que llegar.

Por eso, si no pasaste a segunda vuelta pese a ser visto en ‘Sambo’ como la última coca cola del desierto, es porque no encontraste la forma de conectarte con las masas. No llegaste al votante para que te viera como a quien le interesan sus problemas. Más aún si ‘tu pasado te condena’ al haber sido parte del ‘establishment’ político durante toda tu vida. De ahí que, si eres ‘el chico Sambo’, debiste preocuparte seriamente desde el inicio, pues esa no era la conexión que te iba a conducir a la victoria. Salvo que demostraras que el elector… realmente te importa.

-Ah, pero con esa teoría, el mejor eslogan de campaña sería ‘tú me importas’.

-No necesariamente. Cierto es que hay una gran diferencia entre decir ‘Yo haré, yo te daré’ …’yo, yo, yo’… [frases en las cuáles estoy hablando de mí y no de ti], a decir ‘Tú me importas’, donde el ‘tú’ es ya el protagonista de la idea y no el ‘yo’. Pero ese sería el eslogan que te haría perder las elecciones si el pueblo -que no actúa por lógica, sino por intuición- sabe que le estás mintiendo. No se trata de decirlo, sino de hacer las cosas que lo prueben.

Y eso es exactamente lo que hizo el suertudo de Correa sin enterarse siquiera de que lo hacía, cuando logró conectarse con el pueblo en su primera elección a partir de dos ideas que cautivaron al votante: la constituyente que encarnaba la idea del cambio. Y lanzarse sin candidatos al Congreso. Así, el elector -que siempre detesta al legislativo- le creyó.

¿Sirve hoy? Claro. Es la idea que podría captar el 7 % que falta para llegar a la mitad más uno, si la estrategia presidencial logra convertirla otra vez en el… ’tú me importas’.