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Todo sí, menos la 6

Avatar del Roberto López

No podemos permitir que gracias a nuestro voto ese antro de la antidemocracia mal llamado Asamblea, se adueñe del país designando las autoridades.

La pregunta 6 de la consulta propone que “sea la Asamblea Nacional la que designe… a las autoridades que actualmente elige el CPCCS”. ¿Es en serio? ¿Van a permitir que la mayoría UNES-PSC-PKT nombre las autoridades de gobierno? ¡Les van a entregar el país en bandeja! ¿No son capaces de ver el peligro? Que “esa” Asamblea que acaba de intentar -una vez más- destituir al presidente por causales que no existen; que ha amnistiado a los incendiarios de la Contraloría y a quienes vandalizaron Quito… ¿nombre las autoridades? Pero… ¡qué peregrina idea! Y da igual si es “esa” o la que viene. Cada una es peor que otra.

La designación de las autoridades en el presidencialismo, desde que se creó en 1787, compete al presidente, no al Legislativo. Y se realiza en un proceso de 3 fases: 1. Nominación. El presidente envía la terna al Congreso; 2. Confirmación: este debe confirmar a uno de los integrantes en 30 días; si no, quien la encabeza entra por ministerio de la ley. Pero la fase 3, llamada ‘Appointment’ o Designación no la hace el Legislativo, sino que el nombramiento regresa al Ejecutivo. Si él designa a los ministros que manejan el billete, ¿por qué nos cuesta tanto aceptar que él designa las demás autoridades que lo acompañarán en su gobierno? Por algo se llama presidencialismo. En el año 1960, una vez que John Kennedy fue elegido presidente, Robert Kennedy fue nombrado por su hermano fiscal general. Lo cual confirma lo dicho: en el sistema presidencial es el presidente quien designa las autoridades. “Y es que en algunos pocos puntos entre los poderes decisivos -el presidente y el Congreso- existen ‘puntos de contacto’, por lo cual el sistema de la estricta separación de poderes también se convierte a la vez en un ‘sistema de coordinación de poderes’. (Stammen, 1967). Esto es lo que permite la creación de un verdadero “sistema de gobierno”.

No podemos permitir que gracias a nuestro voto ese antro de la antidemocracia mal llamado Asamblea, se adueñe del país designando las autoridades. La pregunta debe ser corregida.

Si no, mejor apaguemos la luz, cerremos la puerta y… tiremos la llave.