Se aplica. No se interpreta

La Constitución se aplica señores, no se interpreta. Solo por excepción se lo hace cuando es ambigua
Por razones ‘humanitarias’ indultan a terroristas del ELN que acabaron con la humanidad de miles de personas en Colombia. Un loable motivo invocado para disfrazar una atrocidad. El diccionario lo llama impostura: el engaño con apariencia de verdad. La mejor arma del castro-chavismo. Para hacer ese tipo de cosas aquí es que necesitaban desaparecer el antiguo Derecho y reemplazarlo por uno nuevo: el Derecho de los “derechos”. Así -sin sustento jurídico alguno- suprimieron medios de prueba como el careo. Poner cara a cara a dos personas que declaran es la mejor forma de saber la verdad. Cuando el rey Salomón amenazó con cortar por la mitad al niño que se disputaban dos mujeres, realizó el primer careo de la historia. Cara a cara las confrontó para descubrir la verdad.
¿Se imaginan el peligro para Alí Rafá de que lo pusieran cara a cara frente a alguien en un careo? Esto es lo que hubiera pasado: -Señor director financiero: no se podía poner una piedra en el terreno de El Aromo sin la partida presupuestaria. ¿Por qué emitió Ud. informe favorable…, alguien le dio la orden?
-Sí señora fiscal. Fue él.
-¿Es verdad, señor expresidente?
-Mentira señora fiscal. Corte nomás el niño en dos partes.
Había que suprimir el careo. Mantenerlo era un riesgo superlativo. Claro, la manipulación de la verdad requería ser acompañada de un inmenso poder que la impusiera. No hay poder exento de control, enseña Loewenstein. Pero la robolución diseñó un poder que no responde a nadie. Así nace este Frankestein conocido como ‘la mejor corte de la historia’, integrado por ‘eminencias’ con el poder de arrodillar ante sí a los gobiernos, pues -como nunca antes- ahora ‘interpretan’ la Constitución. La Constitución se aplica señores, no se interpreta. Solo por excepción se lo hace cuando es ambigua. Por eso, si dice que el ‘habeas corpus’ se interpone ante la Corte Provincial, no pueden Uds. ‘interpretar’ lo contrario. La conducta de los jueces es una vergüenza. Pero mayor es la de quienes les permitieron hacer lo que hacen. Los jueces/Paján y la jodedera de Glas son una impostura que lleva su firma. Uds. la crearon.