Se busca un verdadero estadista

Sabemos cuál es la persona jurídica más corrupta de la historia, partido que tiene más de 40 asociados sentenciados y prófugos.
Es poco común encontrar normas jurídicas tan claras como las que prohíben participar a las personas corruptas en las elecciones. Primero, la pregunta de la consulta/2019, en la que el 73,71 % de los votantes lo prohibió. Luego, la Constitución que dispone: “El pronunciamiento popular será de obligatorio e inmediato cumplimiento”. Después la disposición electoral que convierte en personas jurídicas a los partidos; y finalmente, el COIP, que dice: “las personas jurídicas… son penalmente responsables por los delitos cometidos para beneficio propio o de sus asociados”. Sabemos cuál es la persona jurídica más corrupta de la historia, partido que tiene más de 40 asociados sentenciados y prófugos. Ni siquiera hay que nombrarla. Solo tener claro que no puede participar en ningún proceso electoral. Ni la persona jurídica, ni sus asociados.
Para impugnar su inscripción se requiere alguien que no sea el presidente, pues habría otro intento de cesación por parte de la Asamblea. Un verdadero estadista que -desde la sociedad civil- tenga la visión política de entender que el narcotráfico no debe adueñarse de las alcaldías y prefecturas porque el futuro del Ecuador depende de eso, y presente ante el órgano electoral, la acción por incumplimiento de norma (art. 93 CRE), para que los atracapatria no participen en las próximas elecciones. Alguien que actúe con visión de país. No de los que andan abrazando niños para las fotos o haciendo lo “políticamente correcto”. Alguien a quien no le llegue la frase “¡No puedes impedirles participar, fascista!”. Sí se puede porque el pueblo lo prohibió. Y “la voz del pueblo es la voz de Dios”. Claro, esto ocasionará desmayos en la generación de cristal, cuyo único objetivo es la lucha por una “inclusión” mal entendida, que nos llevará por el camino de Argentina, Chile y Colombia, cuya realidad está ahí frente a nuestras narices y nos negamos a ver. Así no podrán realizar la trafasía de “ganarnos” 51 a 49 como siempre, siguiendo la lógica de Stalin: quien gana es quien cuenta los votos. Y ya sabemos quién los cuenta.
La banda viene por más. No hay que dejarlos.