Dos encebollados más

Correa dejó bloqueada ‘su’ Constitución. Solo una constituyente puede hacerlo.
El baño de sangre al que estamos siendo sometidos no es casual. Es evidente que alguien intenta mantener al borde del terror a la colectividad antes de la votación. Esto viene en auxilio de las candidaturas fuertes que plantean la necesidad de un Rambo exterminador y no de un Yerovi Indaburu administrador como futuro presidente. Conjeturar que se trate de una ‘coincidencia’ es pueril. El terror es artificial, porque es pieza clave para las bandas.
¿Por qué estas mismas parecen demandar a gritos la presencia de una figura fuerte que podría exterminarlas? Bueno, la lógica de las personas en Esmeraldas lo explica: detestan al revolucionario de pacotilla autoexiliado en Bélgica. Pero añoran su época, porque solo pagaban una vacuna, y no cuatro o cinco como ahora y no les importa retornar al mandato de la autoritaria figura: él imponía el orden en el “territorio”.
La lógica de las bandas es igual. Para mantener el mismo status/Barbie que tuvieron durante el correato, necesitan una figura fuerte. Sin importar que se les vaya encima, tienen que proponerle un acuerdo de coexistencia. Aun con todas las restricciones que les impondrá, les permite seguir manejando desde dentro el mejor negocio del Ecuador, y no un mandatario mandarina que trastabille e incumpla los acuerdos.
Por lo demás, saben que su verdadera defensa sigue en el sistema judicial. Estarán de patitas en las calles luego de matar, violar o dinamitar, mientras la Constitución siga diciendo: “La jueza o juez aplicará las medidas cautelares alternativas a la privación de libertad contempladas en la ley”. El juez la tiene facilita para soltarlos, previo ‘módico’ agradecimiento.
¿Por qué no se puede reformar esto? Simple: Correa dejó bloqueada ‘su’ Constitución. Solo una constituyente puede hacerlo. Pero los presidentes Rambo no andan preocupados de andar con paparruchas legales como constituyentes o consultas. Ejecutan.
Así que estamos al final de la línea. Dos encebollados más y tocará cantar como Serrat: “juro por lo que fui, que me iría de aquí. Pero los muertos están en cautiverio y no nos dejan… salir del cementerio”.