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El pésame

Avatar del Roberto López

La llamada es intimidatoria: a él nadie lo contradice. Pero la intimidación no le funciona

“Vea, no empecemos con esas cosas señora” es la respuesta de un visiblemente enojado Correa, cuando llama a la viuda del Gral. Gabela a darle ‘el pésame’. Ella lo interrumpió para aclarar que la muerte de su esposo no se da en un asalto domiciliario, como pretendía Correa, sino que es un premeditado asesinato.

Veamos:

1. En una llamada de pésame… ¿confronta usted con quien ha sufrido la irreparable pérdida de un ser querido en tan atroces circunstancias? ¿O por un mínimo de humanidad demuestra algo de empatía? Es la clásica reacción de Correa cuando ‘le cambian el guion’: “Firma o renuncia, Fausto”, profiere en tono airado cuando incauta los bienes de los Isaías. “Firma o a tu regreso no tienes cargo”, amenaza a Carlos Pareja por las preventas petroleras. Claro, a Patricia Ochoa no podía exigirle la renuncia. De ahí su enojo cuando ella no acepta su imposición.

2. No es entonces, una llamada de pésame. Pretende apartar a la viuda de la idea del crimen organizado y ‘alinearla’ con la del crimen común, alejado de las altas esferas del poder. Pero… ¿por qué imponer ‘su verdad’ del delito común? ¿Cuál era su interés? ¿Qué trataba de ocultar o qué sabía que tanto temía? ¿Acaso su temor se relaciona con la visible amenaza: “ya vas a ver lo que te pasa”, formulada en la Comisión de Fiscalización de la Asamblea al general Gabela, por el excomandante de la FAE?

La llamada es intimidatoria: a él nadie lo contradice. Pero la intimidación no le funciona: “Lo tienen mal informado, presidente”, le contesta Patricia Ochoa. Esto lo enfurece y por eso no intenta siquiera consolarla. Otra vez: no es un pésame.

Hechos posteriores, como el intento de suprimir 35 páginas incriminatorias del informe pericial y la increíble ‘pérdida’ del mismo, revelan que el crimen organizado -(AP)- trataba de ocultar algo. Y muy feo: “Esto arrastra a medio gobierno de Correa” exclamó Carlos Vera en su entrevista a Jeannine Cruz.

Cuando se sepa qué es, hará que ‘la loba triste’ -que fungió como una de los ministros de Defensa y que ahora, habiendo olvidado los Dhruv vive feliz en el exterior- aúlle con gran tristeza.