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Repitan conmigo:

Avatar del Roberto López

Podemos ser más creativos. Busquemos causales reales.

“La actual Asamblea Nacional se va a su casa si el presidente decreta la convocatoria a muerte cruzada. Pero él se va con ellos, pues hay que ir a elecciones presidenciales. En cambio, convocando una constituyente controlada, el presidente se queda gobernando”.

Vamos… repitan otra vez para que se nos grabe bien.

Sería una convención constitucional sin plenos poderes para reformar la Constitución incluyendo una norma que permita perseguir a quienes le entregaron el territorio nacional a la narcoguerrilla: “Cualquier relación de anteriores gobiernos con el terrorismo, la guerrilla, el narcotráfico o la adhesión a foros internacionales que los promuevan, dará lugar al enjuiciamiento penal por traición a la patria y el impedimento de participar en elecciones”.

En cambio, decretar una ficticia “muerte cruzada”, (no hay causa para ella) incurrirá en una antidemocrática decisión (por descabellada), muy fácil de invalidar. Ya lo dijo claramente un legislador del PSC, uno de los partidos enfrentados con el Gobierno: “el juicio político, no es causal para disolver la Asamblea”. Y guste o no, así es.

La “conmoción interna” no se refiere a la generalizada percepción de inseguridad que tenemos, pues la constante angustia y miedo que sentimos son emociones.

Pero la Constitución no regula emociones. Se refiere a hechos concretos, actuales: es indiscutible que el incendio de la Contraloría, la activación de grupos guerrilleros plenamente identificados, el ataque a un convoy militar con la muerte de uno de ellos, etc. crearon una real conmoción interna en su momento.

Es notoria la diferencia entre estos hechos y el estado de angustia que cotidianamente vivimos por la inseguridad. Pretender asimilarlo al estado de conmoción interna que exige la Constitución para que el presidente pueda disolver la Asamblea, resulta en extremo peligroso para la estabilidad democrática, pues pondría en evidencia lo ficticio y deleznable de la decisión presidencial de disolución de la Asamblea, restándole así toda legitimidad.

 Podemos ser más creativos. Busquemos causales reales.