Agraviados

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Cuanta indignación deben sentir los quiteños por las ofensas y daños que este grupo ocasiona a su ciudad. Los ecuatorianos sí nos sentimos ofendidos por la agresión a nuestra capital.

Con estupor e inconformidad vimos cómo dirigentes indígenas presentaron en la Fiscalía General una denuncia contra el Estado, por las “vulneraciones de los derechos humanos” en las protestas y paralizaciones de octubre de 2019.

Emplumados y con vestimenta indígena, dos ciudadanos en arengas sediciosas contra el orden constituido, reclaman como parte del pueblo aborigen el poder político y administrativo del Estado. Ya uno de ellos dijo ser el “segundo Presidente del Ecuador”. Después, haciendo gala de beligerancia e impunidad, intentaron derrocar a una estatua de significado histórico y patrimonio de la ciudad.

Cuanta indignación deben sentir los quiteños por las ofensas y daños que este grupo ocasiona a su ciudad. Los ecuatorianos sí nos sentimos ofendidos por la agresión a nuestra capital.

Tienen la desfachatez de pretender aparecer como agraviados y seguramente solicitar después grandes indemnizaciones al Estado, que de seguro les serán concedidas por las instituciones en poder de progresistas, que solo reconocen supuestos derechos y no deberes u obligaciones de las personas.

¿Quiénes son los agraviados por las protestas y paralización de octubre de 2019? Los que sitiaron a la ciudad capital por 11 días o quienes tuvieron que encerrarse en sus casas para no ser agredidos. Los terroristas que cortaron el suministro de agua a toda la ciudad de Ambato o quienes se quedaron sin el líquido vital en sus casas, existiendo niños, ancianos, enfermos y demás personas en estado de vulnerabilidad.

Son agraviados los que destruyeron el centro colonial de Quito o la ciudad que vio maltratada su herencia histórica patrimonio de la humanidad. Las hordas frenéticas agresivas que destruyeron la Contraloría General del Estado, que acabaron con instituciones públicas, domicilios y locales comerciales, o los ciudadanos propietarios de dichos bienes privados que fueron destruidos y el pueblo ecuatoriano atacado en sus bienes públicos y lo peor, en su estructura jurídica, orden y seguridad interna. Despierta Ecuador y defiende tus derechos.