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Roberto Passailaigue | Cívica: ética, valores, urbanidad

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La ética ciudadana, también llamada filosofía moral, sustituye los preceptos religiosos 

El término cívica se deriva de ciudadano o patriótico, aplicable al habitante de un Estado que ha llegado a una madurez necesaria para actuar y convivir de manera correcta, en atención a las normas vigentes.

La educación cívica debe ser un espacio en el programa o currículo académico formativo de los estudiantes, con organización sistematizada gradual y etaria, para la aprehensión de saberes, experiencias, habilidades, actitudes y valores en los estudiantes, con relación a su entorno social y vivencial, acordes al rol o desempeño que les corresponde en la sociedad, facilitando herramientas de comportamiento necesarias para el buen vivir dentro de una cultura de orden, disciplina, paz y bienestar común.

Promueve el conocimiento y la comprensión de la historia nacional, el funcionamiento de la sociedad, de sus instituciones, de las normas jurídicas y morales que regulan la convivencia entre las personas, conociendo sus derechos, pero también sus obligaciones o deberes; contribuyendo a la formación de criterios y hábitos sociales de urbanidad y buenas costumbres.

La educación cívica se encuentra íntimamente ligada a la ética, valores humanos y la urbanidad. Existen normas éticas para todos los campos, en lo profesional, social, moral, académico, estudiantil, ciudadano, etc.; al igual que los valores, como los humanos, ciudadanos, profesionales, etc.

La ética ciudadana, también llamada filosofía moral, sustituye los preceptos religiosos y es la disciplina que estudia la conducta humana. Las discusiones éticas se dan en torno al bien y el mal, lo correcto y lo incorrecto, la virtud, la felicidad y la idea de deber.

Los valores humanos son normas, guías o ideales de comportamiento que sirven para orientar la conducta del ser humano y modelar su accionar. Son códigos de conducta que permiten una relación armónica y respetuosa con los demás, aplicando la responsabilidad, honestidad, respeto, tolerancia, gratitud, prudencia, paciencia, autodisciplina, amabilidad, creatividad, altruismo, solidaridad, empatía, seguridad, humildad, etc. (Continúa)