Premium

Roberto Passailaigue: Inteligencia artificial en la educación (II)

Avatar del Roberto Passailaigue

O en sentimientos, ética, valores y principios

Dijimos que la Inteligencia Artificial -IA- utiliza programas y sistemas informáticos para imitar la función cognitiva del ser humano mediante máquinas, procesadores y softwares, realizando tareas de procesamiento y análisis de datos. No es que la IA recién se implemente, hace algunos años ya se utiliza en el diario convivir por medio del ‘smartphone’, la robótica y domótica de edificios inteligentes, controles remotos, los asistentes de voz, GPS y sistemas de geolocalización del vehículo, monitoreo de redes sociales y chats, etc.

La IA no ha venido a reemplazarnos, sino a ayudarnos en la potencialización de la capacidad humana, toda vez que está programada para realizar tareas repetitivas y tediosas de manera más eficiente y precisa que los humanos, permitiendo que las personas puedan dedicarse a trabajos más creativos e importantes.

Siendo la IA generativa producto de la creación humana, jamás podrá sustituir las cualidades naturales de esa inteligencia humana, como la iniciativa, emprendimiento, invención, visión de conjunto o de la gestión de inteligencia colectiva para el descubrimiento y aprendizaje de nuevos conceptos, experiencia, conocimientos y sabiduría. O en sentimientos, ética, valores y principios.

La importancia de la inteligencia artificial generativa -IAG- en la educación radica en su capacidad para mejorar la calidad del aprendizaje y la enseñanza. Puede ayudar a los estudiantes para aprender de manera más efectiva al personalizar la experiencia de aprendizaje, y brindar retroalimentación en tiempo real, además de mejorar en la evaluación del desempeño de los estudiantes, ahorrando tiempo de los profesores en tareas administrativas, como la creación de pruebas o la gestión del progreso del estudiante.

La educación para adaptarse a los cambios planteados por la IAG debe centrar al estudiante como protagonista de sus procesos de aprendizaje y empoderarlo en donde pueda desarrollar hábitos y destrezas, ser capaz de solucionar problemas desarrollando creatividad, pensamiento crítico y razonamiento lógico, abstracto y numérico. (Continúa)