Roberto Passailaigue: Inteligencia artificial en la educación (III)
El futuro de la educación está en la sinergia que se logre entre los docentes y la IAG
En un artículo científico escrito con el Dr. Giraldo León manifestamos que, dentro del sistema educativo, la inteligencia artificial IA puede utilizarse de manera positiva para crear materiales personalizados, cursos y evaluaciones grupales ‘on line’, tutorías virtuales, estadística de los procesos educativos y sus variaciones.
Como ventajas podremos señalar la automatización de los procesos, reducción de falla humana, potenciación de la creatividad y precisión, facilitación de la toma de decisiones. Como desventajas tenemos que su implementación es costosa, no existen muchos profesionales especializados, ausencia de la interacción humana en el aula, pérdida del rigor académico, facilitar la falsedad académica en la ejecución de tareas y escritos, artículos o trabajos.
Si no se capacita a los profesores puede resultar desestimulante en las habilidades de investigación y aprendizaje, y crearía dificultades en la generación y transmisión del conocimiento, malos hábitos de estudio, pérdida de la capacidad de resolver conflictos, disminución de la creatividad, dificultad de adaptación a situaciones nuevas y o en trabajo de equipo o colaborativo.
La inclusión de la IAG de ChatGPT en las aulas de los sistemas de educación básica, media, bachillerato y superior, de grado y posgrado debe estar alineada con el modelo académico institucional, creando diálogo y acuerdos sobre su utilización y la gestión del conocimiento con este nuevo sistema, elaborando normas para el uso interno, adaptando la metodología educativa y evaluación, capacitando a los profesores. Hay que reestructurar los paradigmas de los procesos de aprendizaje y asimilar a la IAG como aliada dentro del sistema educativo, antes que negativa y perjudicial.
El futuro de la educación está en la sinergia que se logre entre los docentes y la IAG. Las instituciones educativas deberán crear entornos de aprendizaje que equilibren eficazmente los puntos fuertes de los docentes y de la herramienta de la IAG. Todo dependerá de la formación ética, en valores y principios que tengan los miembros de la comunidad educativa.