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Roberto Passailaigue: ¡Ministra, no haga mas daño! (II)

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A cuenta de la defensa de los derechos humanos y sus libertades se pretende adoctrinar al menor de edad

El Ministerio de Educación, manejado por funcionarios del gobierno del expresidente Rafael Correa, quienes han sido ascendidos o ratificados por el actual gobierno, implementan el libreto progres de ideología de género y de la lucha de clases, lo cual está haciendo mucho daño a la disciplina estudiantil, se irrespeta al maestro, a la autoridad institucional, a la norma de conducta dentro del sistema educativo, más aún, a la sociedad ecuatoriana, porque no se está formando a jóvenes con valores y principios, sino a irrespetuosos, abusivos, pedigüeños de derechos sin obligaciones, sin diferenciar lo bueno de lo malo. Y si actúan mal o transgreden la norma, no hay ninguna consecuencia o responsabilización por sus actos.

A cuenta de la defensa de los derechos humanos y sus libertades se pretende adoctrinar al menor de edad, que no tiene su capacidad de discernimiento formada, para que irrespete las normas de conducta y haga uso de la deshonestidad académica escolar, al igual que permita que se abuse de su cuerpo consensuadamente, induciendo a una práctica sexual prematura, que también dicen combatir, como la maternidad infantil o el abuso sexual de menores, pero que en el fondo lo están auspiciando. Este accionar ha sido el modelo de la gestión ministerial en el actual gobierno, que nos queda debiendo mucho al país, pero ya hay que alzar la voz y perder el miedo, para decirle a la ministra de Educación que no haga más daño a nuestra juventud.

Con fecha 11 de septiembre de 2023, con acuerdo MINEDUC-2023-00055-A, se expidieron los “Lineamientos para el abordaje de los procesos educativos restaurativos para estudiantes”, que derogaron a otro acuerdo igual expedido el mismo día con el número MINEDUC-2023-00053-A, demostrando que desde su elaboración adolecía de errores; el uno era igual de malo y pernicioso que el otro para el sistema educativo.

Afortunadamente también este último acuerdo fue derogado, pues quitaba autoridad a los profesores y establecimientos educativos e inducía a la indisciplina, facilismo, deshonestidad, irrespeto, consumo de alcohol, drogas y promiscuidad. (Continúa)