Roberto Passailaigue: El nuevo gobierno

Todo transparente y dentro del marco ético, moral y legal.
Concluido el feriado de cuatro días, debemos seguir nuestra actividad diaria, en especial, implementar todos los procedimientos y protocolos para la instalación de la nueva Asamblea Nacional, que podría ser el 20 de noviembre, y señalase la fecha de posesión del presidente Daniel Noboa, que cuanto antes, mejor, porque el actual gobierno se encuentra desprestigiado, sin iniciativas, ejecutividad ni autoridad y se corre el riesgo de que se siga deteriorando la credibilidad institucional de lo que es y significa un presidente de la República.
Al ejercer el derecho al sufragio el 15 de octubre, los ecuatorianos participamos de la democracia directa con nuestro voto eligiendo a los nuevos asambleístas, presidente y vicepresidente de la República, para que ejerzan la democracia representativa. En ella el pueblo sigue siendo titular de la soberanía, pero la ejerce a través de representantes electos periódicamente. Funciona a través de una votación universal en la que participan todos los ciudadanos y una vez elegidos los representantes, son estos los que ejercen la democracia en presentación de los mandantes, quienes ya no actúan de manera directa. No podemos pretender que nos escuche o consulte a todos y para todo en el ejercicio de sus actividades como presidente de la República, porque para eso lo hemos designado.
Durante el periodo de transición que le corresponda gobernar, el nuevo presidente debería generar un gran acuerdo de reunificación nacional en torno a principios básicos e inmutables como el bienestar común, la gobernabilidad, seguridad ciudadana, seguridad social, seguridad jurídica y para esto, le corresponderá dialogar, consensuar y llegar a acuerdos con todos los sectores, incluyendo a los que no votaron por él, que corresponde al 47 % de la población votante; y entre ellos al bloque de los 52 asambleístas de RC5, que serán posesionados en los próximos días. Claro, sin que los diálogos o acuerdos signifiquen repartos, toma y daca, o cualquier forma de ilegalidad o corrupción. Todo transparente y dentro del marco ético, moral y legal.