Roberto Passailaigue | La patria traicionada
No es que defiende a México o a su pueblo por el allanamiento, lo que hace es respirar por la herida
No puede existir nada más perverso y ruin que un expresidente de la República se asile en otro Estado para evadir la justicia y desde ahí atentar contra la soberanía, institucionalidad, democracia y la justicia del país que gobernó, peor si como expresidente planifica, pide respuesta armada y orquesta sanciones contra ese país.
El expresidente del Ecuador Rafael Correa, cual Júpiter tonante instó a la Unión Europea, a la comunidad internacional y a sus aliados de la izquierda progresista a que apliquen severas sanciones diplomáticas y económicas con acciones concretas contra el Ecuador, por el allanamiento de la embajada de México, incluso sugiriendo que la incursión a la embajada mexicana es “un caso para guerra”, lo que se convierte en acto de extrema deslealtad, que es lo mismo que alta traición a la patria en momentos que nos encontramos en un conflicto bélico interno, según una denuncia presentada en su contra.
No es que defiende a México o a su pueblo por el allanamiento, lo que hace es respirar por la herida y vociferar porque se impidió la fuga de su exvicepresidente, coideario y socio, Jorge Glas, anteponiendo los intereses de grupos, de su partido político y, sobre todo, sus intereses ideológicos que, se comenta, son auspiciados y financiados por la corrupción, al igual que en México con Andrés Manuel López Obrador, como se lo acusa en su país.
Se ha violentado el derecho internacional en dos vías; lo que correspondía era demandar ante los organismos internacionales pero hasta que resolviera se fugaba el sentenciado, con la complicidad de la diplomacia mexicana, repitiéndose la fuga de la exministra de OO. PP. hacia Argentina, quedando otra vez vulnerada la soberanía del Estado ecuatoriano.
Daniel Noboa actuó con hechos consumados, obligado por las circunstancias de fuerza mayor, en beneficio del Ecuador, su institucionalidad y soberanía; pero Ecuador debe tener siempre presente que Rafael Correa nunca jamás, por traicionar a su patria, y en las urnas castigarlo votando en contra de él, su grupo político o lo que ellos propongan. Prohibido olvidar.