Candidatos, candidotes y candilejas
Y los candidatos candilejas, aquellos con popularidad por aparecer detrás de las luces del escenario, teatro, televisión, fútbol, chats de adultos, etc., pero sin conocimiento de lo que es y significa la administración pública.
Tiempo de elecciones, momento de ferias electoreras en pueblos, cantones y capitales, con baratillo de ofertas demagógicas y populistas, creándose movimientos y partidos políticos por montones, que hacen campaña con el dinero de los ecuatorianos. Convencen a personas para participar como candidatos para dignidades de elección popular, atendiendo el llamado de la democracia.
El derecho de participación ciudadana se encuentra previsto en la Constitución y toda persona tiene derecho a elegir y ser elegido, sin otro requisito que tener nacionalidad ecuatoriana, haber cumplido dieciocho años de edad al momento de la inscripción de la candidatura y estar en goce de los derechos políticos, para asambleísta, y para ser elegido concejal se requiere ser ciudadano en ejercicio y haber residido en la ciudad durante los dos años anteriores, o haber nacido en ella. Estos son los ciudadanos que crean las leyes desde la Asamblea y ordenanzas municipales desde los gobiernos autónomos descentralizados. La Corte Constitucional ha señalado que no se puede exigir otros requisitos para justificar probidad, capacidad o competencias, porque se coarta el derecho. Por eso es que estamos como estamos; se debe elevar el nivel de los requisitos para ser candidatos.
Y así aparecen candidatos serios, de amplia trayectoria profesional y de reconocida solvencia ética, con experiencia en la administración pública, sin que hayan sido enjuiciados o señalados por corrupción. A estos hay que elegirlos. También aparecen candidatos malos, que quieren hacer de la administración pública un reducto para cometer fechorías y fomentar la corrupción, muchos auspiciados por la delincuencia organizada y la narcopolítica. Hay los cándidos o candidotes, que sin saber leer y escribir o siendo estudiados y leídos, piensan que pueden solucionar los problemas de la sociedad. Y los candidatos candilejas, aquellos con popularidad por aparecer detrás de las luces del escenario, teatro, televisión, fútbol, chats de adultos, etc., pero sin conocimiento de lo que es y significa la administración pública. (Continúa)