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Lo que dijo Álvaro Uribe

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Con la experiencia en Latinoamérica de la narcoprotesta se sabe cómo y quiénes la fomentan y qué deben hacer los gobiernos

En un evento organizado por la Universidad Espíritu Santo con el tema Desafíos de la seguridad en Ecuador: la experiencia colombiana, el expresidente de Colombia, Dr. Álvaro Uribe, en conferencia telemática se refirió a que la extradición es una herramienta válida que disuade al crimen organizado, pero que hay otros métodos más efectivos. Lo único que aterra al delincuente es el uso de la fuerza pública. Muchas veces la extradición es un disuasor y hay que hacerlo, porque dentro esos poderes criminales del narcotráfico tienen tanta capacidad de daño que los sistemas domésticos de penitenciarías son incapaces de controlarlos.

Se debe necesariamente diferenciar la protesta social de la violencia y esta última hay que cortarla de raíz. Permitir la protesta solo sin violencia, que en Colombia fue financiada por el narcotráfico y la guerrilla, siendo imposible pararla después. Los gobiernos desde un principio deben dar señales claras de no permitir violencia, no dejar acumular preparaciones y masas críticas que lleven a un estallido social violento.

Por la violencia no existe inversión privada y sin ella, más pobreza y delincuencia. Luego de su experiencia de dos periodos de gobierno en Colombia, vio que esos posesos criminales sustentados en la droga empiezan a superar al Estado y, desde el último gobierno, hay territorios colombianos donde no impera el Estado de derecho, sino que el poder real lo tienen los estados alternativos criminales del narcotráfico.

Con la experiencia en Latinoamérica de la narcoprotesta se sabe cómo y quiénes la fomentan y qué deben hacer los gobiernos; lo que se necesita es que los gobernantes desde el inicio no permitan la violencia, la anarquía, la sedición ni el terrorismo; lo que significa amarrarse los pantalones.

Intervino inicialmente el Lic. Arturo Torres, periodista de investigación, quien expuso con cifras, fechas y detalles, la ruta y estrategia de penetración de la guerrilla colombiana inicialmente, y el narcotráfico después, para lo cual eliminaron centrales de inteligencia, radares y la base de Manta, con el cuento de la soberanía.