El general en su laberinto
Por eso se dice en corrillos que, Lenín Moreno dejó casi acabado al correísmo y Lasso le está poniendo la alfombra roja para su regreso
No me refiero a la obra de Gabriel García Márquez escrita en 1989, cuyo tema se refiere al camino recorrido por el general Simón Bolívar en la última etapa de su vida, habiéndose ganado muchas enemistades políticas, así como una grave enfermedad que trata de ocultar.
Sin que haya parangón con la novela, siendo el presidente de la República el comandante general de las Fuerzas Armadas y jefe de Gobierno, se desenvuelve en un laberinto creado por él mismo, nacido del rompimiento con el partido político con el que llegó al poder. Prefirió boicotear la presidencia de la Asamblea Nacional a su compañero de campaña, aduciendo no querer acuerdos con el correísmo, para entregarse amarrado y sin beneficio de inventario al pacto efímero y antinatura con Pachakutik, un ala de la Izquierda Democrática y el Bloque de Acuerdo Nacional (BAN), conformado por CREO y un grupo de asambleístas independientes que se agruparon al puro estilo ventu.
El resto es historia. En corrillos se habla de supuestos acuerdos bajo la mesa con miembros de la coalición Unión por la Esperanza (UNES) del correísmo, que fueron los justificativos para no cumplir el compromiso con el Partido Social Cristiano.
Ahora, sin respaldo político de ninguna clase, con un partido sin fuerza política y sin capacidad de negociación de sus asambleístas, como tampoco lo han tenido sus colaboradores cercamos, quienes más bien han remado en contra y trabajado con agenda propia, su laberinto lo lleva directo a un juicio político en el que, con prepotencia e insidia, asambleístas de la oposición ya han anunciado su culpabilidad, aunque improcedente e ilegal. Pero tendrían los votos, con la colaboración de sus aliados iniciales Pachakutik y de funcionarios supuestamente técnicos y de carrera a los que mantuvo en su gobierno, pero que han sido quintacolumnistas, siguiendo el libreto saupaulista correísta.
Por eso se dice en corrillos que, Lenín Moreno dejó casi acabado al correísmo y Lasso le está poniendo la alfombra roja para su regreso. Ojalá no sea tardía la designación del nuevo ministro de Gobierno y su equipo.