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Jueces constitucionales y prevaricato

Avatar del Roberto Passailaigue

Por lo pronto, ya hay un juez investigado y prófugo por este delito cometido en flagrancia

En varios artículos anteriores, Desde mi columna he sostenido que la acción de protección, recurso de amparo y el ‘habeas corpus’ están prostituidos y se utilizan en forma ilegítima e indiscriminada para favorecer a la delincuencia y la corrupción, desnaturalizando la acción por la que el juez de cualquier especialidad, jurisdicción y competencia está facultado, con las limitaciones del caso, para conocer y resolver de las violaciones de los derechos constitucionales, demostrando total ignorancia de la normatividad y el interés para conceder la medida de protección espuria, en una suerte de acuerdo colusorio previo para la resolución favorable, sin importar que no se reúnan los presupuestos legales.

Ese baratillo de ofertas continuaría mientras la Corte Constitucional no revise, module o deje sin efecto la nefasta e inconstitucional resolución que establecía la inimputabilidad de los jueces en materia constitucional, al determinar que no cometen el delito de prevaricato, y por tanto no pueden ser enjuiciados y peor sentenciados por ese delito, cuando la Constitución determina que todos los funcionarios y autoridades responderán por sus actos.

Mediante la sentencia 2231-22-JP/23 la actual Corte Constitucional se pronuncia sobre la posibilidad de procesar y sentenciar por el delito de prevaricato a los jueces de la Función Judicial que, en conocimientos de garantías constitucionales procedan contra ley expresa como jueces constitucionales. Considero que la sentencia 141-18-SEP-CC del 2018 no excluyó la posibilidad de que esos jueces fueren procesados por el delito de prevaricato cuando tramiten o resuelvan procesos de garantías constitucionales violando normas procesales expresas, siendo esa una de las causas por la que se ha prostituido la justicia en nuestro país.

Felicitaciones a la Corte Constitucional. Con esta resolución vuelven a ser imputables y responderán por el prevaricato que cometan los jueces en materia constitucional. Ojalá no actúe el falso espíritu de cuerpo. Por lo pronto, ya hay un juez investigado y prófugo por este delito cometido en flagrancia.