Morir matando

El proceso no tuvo la lucidez o contundencia que se esperaba.
Desde mi columna (15 de abril de 2023) expuse que dentro la etapa del juicio político que se desollaba, al presidente de la República le quedaban cinco alternativas: 1) Que renuncie a su cargo, lo cual era poco probable. 2) Hacer uso de su facultad constitucional de disolver la Asamblea antes de comparecer al juicio político y seguir gobernando por decretos ejecutivos, hasta las elecciones de nuevas autoridades. 3) Concurrir al juicio y después de su exposición, antes de la resolución, disolver la Asamblea expidiendo el decreto de la muerte cruzada. 4) Que comparezca a juicio, se defienda y que no existan los 92 votos para la destitución. 5) Concurriendo a la Asamblea, al momento de la votación ser censurado, en cuyo caso, asumiría la Presidencia el vicepresidente de la República. Todas constitucionales y legales.
En 1933, presidente Juan de Dios Martínez Mera fue destituido por la Cámara del Senado del Congreso Nacional. Ahora, casi a los 90 años, el martes 16 de mayo fue un día histórico, en el que los interpelantes formalizaron sus acusaciones y el presidente Guillermo Lasso compareció ante la Asamblea para ejercer su derecho a la defensa. El proceso no tuvo la lucidez o contundencia que se esperaba. La interpelante Viviana Veloz hizo su exposición burda y mediocre, como muchacha callejera malcriada. Esteban Torres tubo una intervención más coherente, de corte profesional y respetuosa. La defensa del presidente, en la que pudo utilizar tres horas, se hizo solo en unos 45 minutos aproximadamente; muy respetuosa, académica y conciliadora. Les faltó talla política y contundencia verbal, que no es lo mismo que ofensiva, habilidad que demostró la asambleísta.
Hasta la noche del 16 de mayo, aparentemente no había los votos para la destitución (alternativa 4. A primeras horas del 17 de mayo, mediante un acto constitucional, Guillermo Lasso disolvió la Asamblea Nacional y puso límite a sus funciones de presidente. Evidentemente, coincidió la alternativa 3 que expuse en mi artículo, con la que, a su criterio, el presidente eligió. Prefirió morir matando.