Rosa Torres: ¿Austeridad o golpe de efecto?

No basta con el anuncio de un austero cambio de mando presidencial para decir que esa será la hoja de ruta
El anuncio de Daniel Noboa de que quiere un austero cambio de mando generó reacciones positivas en las redes sociales, pero también recomendaciones de qué eventos suprimir y a qué instituciones deben llegar los futuros recortes de gastos en su año y medio de gobierno.
De allí que cabe hacerse la pregunta: ¿cuál es la intención del presidente electo, de hacer el anuncio diez días antes de llegar al palacio de gobierno? Se trata realmente del inicio de un período de austeridad gubernamental para los 18 meses de gobierno, o de un simple golpe de efecto para lograr la aprobación de las masas.
Gastar 600.000 dólares en una transición presidencial, en estos tiempos de crisis económica, es una bofetada al golpeado pueblo ecuatoriano, que tiene que volver a pagar un cambio de mando por la terminación anticipada del mandato de Guillermo Lasso.
No solo que no se deberían gastar los 600.000 dólares para el cambio de mando entre un presidente de la República, que se equivocó en sus decisiones, y su sucesor que solo durará 18 meses en funciones. Tampoco se debería gastar parte de los 300.000 dólares en cenas de despedidas y almuerzos de bienvenida, con centenas de copas de vino y champán, como si el país tuviese algo que festejar por haberse decretado la muerte cruzada. Las elecciones generales para elegir presidente y asambleístas ya costaron 75 millones de dólares al pueblo ecuatoriano. ¿Merece el presidente saliente una cena de despedida para 200 invitados por dejar al país en condiciones deplorables?
En año y medio, el país tendrá que volver a pagar otro proceso electoral y otros eventos de traspaso del poder, entre Daniel Noboa y quien gane las elecciones en el 2025. Con todo el dinero que se ha gastado en comicios y posesiones, bien podría haberse comprado equipamiento para la Policía, para los hospitales públicos. O construir escuelas y colegios, y alimentar a miles de niños desnutridos.
Si la austeridad es la hoja de ruta del nuevo gobierno, señor Noboa, empiece por eliminar las asesorías inútiles, las instituciones innecesarias y las redes de corrupción que vacían las arcas fiscales.