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Rosa Torres Gorostiza: La alerta llegó primero a las redes

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Los canales de comunicación de las Fuerzas Armadas tienen figuras que provocan que documentos reservados

La alerta militar del jueves pasado, de que los grupos terroristas estaban planificando acciones criminales contra el presidente de la República, ministros y otras autoridades del Estado, no había terminado de llegar a a Daniel Noboa cuando ya circulaba por los chats de WhatsApp y las redes sociales, como si no hubiese existido ningún tipo de cuidado en el traslado del mensaje al mandatario, que en esos momentos se encontraba en Estados Unidos.

La confirmación del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas de que el mensaje militar era verdadero llegó doce horas después de que el documento provocara zozobra en la población, que aunque dudaba de su autenticidad, no dejaba de temer acciones violentas en las calles. Quien lo puso a circular seguramente sabía el impacto que iba a generar en una población que vive aterrada por los actos de violencia que desangran al país, más que nada en la Costa.

Esas acciones ya se temían desde días antes del 13 de abril, cuando Daniel Noboa le ganó a Luisa González en las urnas con 12 puntos de diferencia, porque eran los comentarios que comenzaron a circular de boca en boca en los barrios populares de Guayaquil y Durán, y que pronto traspasaron el límite de la provincia del Guayas. Quienes los transmitían eran personas que supuestamente habían escuchado de miembros de grupos criminales organizados lo que iba a pasar si la candidata del correísmo perdía las elecciones. Sonaba como una amenaza para presionar el voto, aunque nada estaba comprobado.

Los mismos comentarios llegaron a los militares que, sin exponerlo públicamente, iniciaron una serie de operaciones en los días previos a la jornada electoral con el ánimo de bajar el nivel de la alerta. También se enviaron recomendaciones para el cuidado de los pasos fronterizos y los aeropuertos, porque desde antes se había advertido sobre la importación de sicarios de Colombia, Venezuela y México.

Ahora son los cuerpos de seguridad los que deben, por un lado, sustentar con datos concretos el nivel de la alerta lanzada y, por otro, garantizar la seguridad del país y sus autoridades. Y deben cuidar que la información reservada no se filtre para causar pánico, como ya ocurrió el viernes pasado.