Premium

Rosa Torres | Apagón industrial: colapso económico

Avatar del Rosa Torres Gorostiza

El sector productivo ya le dijo al Gobierno lo que pasará en el país si los dejan sin energía por diez horas

Quien haya planteado la idea de un apagón industrial de diez horas, durante quince días, como una solución a la crisis energética nacional, no debe tener ni la más mínima idea de lo que esto producirá en la cadena productiva y, por ende, en la ya devastada economía ecuatoriana. Con seguridad, desconoce absolutamente todo sobre los procesos de conservación de los alimentos, la producción de medicinas, el envasado de gas, la fabricación de llantas, etc., y de otros miles de productos necesarios para la población.

El proponente debe desconocer que con la sola ejecución de los cortes de energía de más de una jornada laboral se paralizará inmediatamente la industria de cárnicos, mariscos, aceites y otros tantos productos perecibles sin refrigeración, tanto para el consumo interno como para las exportaciones.

Sin energía, ¿cómo pretenden que se mantenga la cadena de frío de los productos congelados y refrigerados? ¿Cómo quieren que los empleados públicos y privados hagan teletrabajo? ¿Cómo quieren que la industria trabaje sin energía, internet y agua? ¿Cómo pretenden que se paguen las cuentas y las facturas a fin de mes?

La medida no solo es incomprensible, sino también inaplicable en un país en el que muy pocas industrias tienen generadores de energía, donde nadie estaba preparado para el más grave estiaje de los últimos treinta años, que tiene al país rezando por lluvias en las cuencas que alimentan los embalses de Mazar y Paute, en la zona andina.

El presidente Daniel Noboa debió pensar en eso desde el año pasado, cuando empezó su gobierno, porque seguramente sabe cuánta energía necesitan las empresas bananeras o las industrias que producen harina y avena.

El experto de su gobierno que propuso el apagón industrial seguramente ya le dijo al gabinete ministerial del presidente Noboa cómo, sin producción, el sector productivo va a poder pagar los salarios a sus trabajadores, porque el dinero caerá del cielo.

El experto ya debió haber contabilizado las plazas de empleo que se perderán, la escasez de productos que habrá, entre ellos el gas, con el que aún se puede cocinar en las casas. No aumentemos el caos y la incertidumbre nacional.