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Rosa Torres | Consulta: el triunfo es del pueblo

Avatar del Rosa Torres Gorostiza

Ecuador votó por la recuperación de la tranquilidad y la paz, porque sabe que sin eso no habrá desarrollo productivo

Los resultados de la consulta popular del domingo son, por un lado, la expresión del hastío de la violencia y la corrupción imperantes; y por otro, la desconfianza hacia el gobernante actual, que no termina de convencerlos de que sus propuestas están destinadas a la atención ciudadana y no a la defensa de los intereses particulares.

No. El expresidente Rafael Correa y sus seguidores no pueden atribuirse el triunfo del No en dos preguntas porque el pueblo haya votado en contra del trabajo por horas y del arbitraje internacional para la solución de controversias comerciales. ¿Cómo puede ser un triunfo si los ecuatorianos votaron Sí en las otras nueve interrogantes? Tal vez esas dos preguntas eran las que menos le importaban al expresidente, aunque su aceptación hubiese sido beneficiosa porque podía mejorar los índices de empleo y atraer la inversión extranjera.

Lo que realmente le preocupa a Correa y a su clan de amigos, entre ellos Jorge Glas y todos los demás prófugos de la justicia, es que haya ganado el Sí en la extradición, pues eso quiere decir que Estados Unidos y otros países del mundo pueden requerirlos si han cometido delitos relacionados con la corrupción y el lavado de activos en sus territorios.

No considero que el contrato por horas y el arbitraje hayan sido las joyas de la corona de la consulta de Daniel Noboa, con las que pretendía apuntalar su gobierno, pero creo que sí es una derrota porque quiere decir que el presidente no ha logrado capitalizar la suficiente credibilidad en la clase trabajadora, más que nada porque proviene del sector empresarial.

Lo que sí hubo, a mi criterio, es un triunfo del pueblo, que está cansado de la delincuencia y la violencia criminal, y también de la corrupción, y que con el Sí en nueve preguntas está diciendo que quiere cambios trascendentales que le permitan recuperar la tranquilidad y el desarrollo productivo.

Los ecuatorianos votaron por que los militares estén en las calles combatiendo con la Policía, porque se incrementen las penas de los delitos, incluido el lavado de activos, y que haya judicaturas especializadas en temas constitucionales. Ya no hay excusas para no actuar. Ecuador votó por la paz.