Rosa Torres: El desplome de los postes
La negligencia en el sector eléctrico no solo pone en riesgo la vida de las personas
La vetustez de la red eléctrica de Guayaquil no puede ocultarse con anuncios de que son accidentes de tránsito los que están provocando la caída de varios postes en la ciudad. El desplome registrado ayer en la avenida Juan Tanca Marengo, frente a San Felipe, en el norte de la ciudad, que provocó daños en dos vehículos, solo muestra una vez más el estado en que se encuentran los postes de alumbrado público en la capital económica del país. Basta mirarlos para darse cuenta de la inclinación que tienen muchos, convirtiéndose en una grave amenaza tanto para los peatones como para los conductores.
Y ahora, ¿quién paga por los daños a la propiedad privada? Seguramente, la Corporación Nacional de Electricidad dirá que la responsabilidad la tiene el vehículo que impactó la estructura que sostenía la red eléctrica. Pero no fue un poste el que se desplomó, fueron dos. ¿Y si no fue un vehículo el responsable? Porque lo mismo se dijo cuando se cayeron seis postes en la Av. Sufragio Libre, en el sector de la Atarazana, aunque afortunadamente en ese percance no hubo ningún daño material.
Son miles los postes que tienen problemas en Guayaquil y los directivos de CNEL lo saben, porque se los ha reportado, porque se los ha identificado, porque se sabe en qué calles están, pero no se ha hecho nada para cambiarlos. Ahora se sabe que el dinero que debería estar destinado para el mantenimiento de las redes eléctricas fue a parar a las estructuras criminales que, seguramente, continúan operando en la Corporación Nacional de Electricidad (CNEL) y en la Corporación Eléctrica del Ecuador (Celec), encargadas de la distribución y la generación de energía eléctrica en el territorio nacional.
Es inaceptable que en una ciudad de la magnitud de Guayaquil, donde la seguridad de los ciudadanos debería ser una prioridad, la infraestructura eléctrica esté en un estado tan deplorable. Las autoridades deben asumir la responsabilidad y tomar medidas inmediatas para solucionar este problema. No solo se trata de reparar los postes inclinados o reemplazarlos, sino de implementar un plan integral de mantenimiento y modernización de la red eléctrica.