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Rosa Torres: Primero la familia, después el país

Avatar del Rosa Torres Gorostiza

La campaña electoral ha estado marcada por ataques personales y uso de la vida privada, en lugar de propuestas serias

Cuando la vida privada de los candidatos Luisa González (Revolución Ciudadana) y Daniel Noboa (ADN) se ha convertido en el eje principal de la campaña de la segunda vuelta electoral, que termina esta semana, la pregunta que nos hacemos los electores es: ¿qué podemos esperar de la descomunal pobreza de ideas de la que quiere llegar por primera vez a la presidencia de la República, de la mano del correísmo, o del que quiere continuar cuatro años más en el poder?

Causa repugnancia cómo ambos aspirantes, sin miramientos ni respeto por su descendencia -peor por sus conciudadanos- atacan al contrincante con imágenes o textos que involucran a sus hijos, padres, madres, mujer.. exesposa, exmarido. En vez de estar preocupados por decirles a los ecuatorianos cómo van a solucionar los gravísimos problemas de la vialidad del país, destrozada por el invierno y la falta de mantenimiento, o cómo van a acabar con la corrupción en el sector público, se muestran bailando, comiendo, cantando o viendo un partido de fútbol con la familia.

Desde el 23 de marzo, cuando comenzó la campaña, los ejércitos de trolls de ambos grupos políticos compiten en las redes sociales por quién es más sucio, por quién manipula más la información, por quién crea más falsas noticias con inteligencia artificial. Sin ningún tipo de filtro, los mensajes hacen aflorar sentimientos de ira, odio, coraje, venganza e intriga, como si con eso fuesen a resolver el descomunal problema de seguridad que enfrenta el país, por las luchas de las bandas criminales por el territorio y por la infiltración del narcotráfico en los grupos de seguridad del Estado.

Mientras la campaña se enfrasca en la difusión de audios de riñas familiares o de paternidades no reconocidas, que asemejan a la contienda electoral a una telenovela de bajo presupuesto, y con pésimos actores, ninguno de los dos candidatos habla de cómo va a desmantelar las mafias enquistadas en los sistemas del Ministerio de Salud ni del Seguro Social. Tampoco hablan de la fórmula que tienen para generar plazas de trabajo y mejorar la economía de las familias ecuatorianas, cada vez más pobres. Si solo iban a dedicarse a sacarse los cueros al sol del ámbito familiar, hubiese sido mejor que no fuesen candidatos.