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Rosa Torres: González olvidó lo prohibido

Avatar del Rosa Torres Gorostiza

La masiva migración de extranjeros a Estados Unidos fue aupada por el gobierno de Rafael Correa

La candidata presidencial Luisa González (Revolución Ciudadana), que aceptó ser “Rana” aunque no haya dicho “René”, debería recordar la tantas veces repetida frase ‘Prohibido olvidar’, que con tanta vehemencia pronunciaba su líder, Rafael Correa, durante sus diez años de gobierno. Y debería recordarla para que no olvide que fueron los asambleístas correístas, entonces de Alianza País, quienes incluyeron en la Constitución Política del Ecuador el principio humanista de ciudadanía universal, por pedido de quien los gobernaba. Y que fue en junio de 2008 cuando Rafael Correa puso en marcha la llamada política de “puertas abiertas”, que permitió el libre acceso al país de migrantes de todo el mundo, quienes podían permanecer en Ecuador hasta 90 días sin visa.

Con aquella decisión gubernamental, que encendió entonces las alarmas en Estados Unidos, Ecuador se convirtió en el trampolín para que emigrantes de Cuba, Haití, China y otros de América, Asia y África, entre ellos ciudadanos de Pakistán, Afganistán y otros países árabes, llegaran a Norteamérica. Basta recordar los ingresos y salidas de extranjeros del país, por nacionalidad, para saber cómo fue el movimiento migratorio hacia Centroamérica y México en la década correísta.

Luisa González tiene “Prohibido olvidar” que fue el correísmo el que impulsó una movilidad sin fronteras, que permitió el ingreso de mafiosos y criminales que vieron en el país el territorio perfecto para el crimen, por la debilidad de los controles, de sus instituciones, entre ellas los puertos, y por la existencia de amplios espacios para esconderse, lo que con los años provocó una fractura de la sociedad ecuatoriana y un aumento de la criminalidad a los niveles que hoy estamos viviendo. Fue su política exterior la que permitió por años que el número dos de las FARC, Raúl Reyes, se escondiera en la selva ecuatoriana, hasta que una operación colombiana, con apoyo de Estados Unidos, atacara su campamento y provocara su muerte.

Si Luisa González no hubiese olvidado estos hechos, seguramente jamás le habría dicho a Daniel Noboa en el debate que fue él quien permitió el ingreso masivo e irregular de extranjeros al Ecuador. “Prohibido olvidar”.