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Rosa Torres: Infraestructuras peligrosas

Avatar del Rosa Torres Gorostiza

La falta de planificación y de decisiones preventivas, debe dejar de ser la tónica con la que se administra la ciudad

La falta de prevención es la causa de muchos de los problemas que aquejan a Guayaquil, porque las administraciones municipales siempre han esperado que ocurran los hechos para recién comenzar a hacer inspecciones y buscar soluciones, muchas veces parches, como si estas no pudieran obedecer a una planificación y ejecución programada.

Las recientes acciones municipales, tras los daños estructurales del edificio Fantasía, que está siendo apuntalado para luego proceder con una demolición programada, solo demuestran que la improvisación sigue predominando en el cabildo porteño. Ahora se anuncia que hay otras 40 edificaciones con daños estructurales que deben entrar a un proceso de demolición. La información no es nueva, pero la pregunta que surge es: ¿por qué esas estructuras no han sido demolidas si representan un gran peligro para quienes habitan en ellas, para los transeúntes y las edificaciones vecinas?

Hace ocho años, después del terremoto de Pedernales en abril de 2016, que puso a prueba las edificaciones porteñas, los expertos en el área advirtieron de la necesidad urgente de hacer una revisión exhaustiva de las edificaciones de Guayaquil debido a los daños estructurales que presentaron algunas, más que nada porque fueron construidas sobre terrenos inestables, cuyos fondos lodosos se licuaron con los temblores.

Otros movimientos telúricos registrados durante el último quinquenio aumentaron el riesgo de más daños en las edificaciones que, pese a los diagnósticos, siguen en pie, esperando la voluntad de sus propietarios y las acciones del Municipio. Hace siete meses, este Diario informó que la Dirección de Gestión de Riesgos del Municipio había detectado 144 inmuebles extremadamente viejos, que estaban en riesgo de colapsar.

Si ya se tiene un diagnóstico claro de la situación en que están las edificaciones en la ciudad, ¿acaso se está esperando que ocurra una tragedia para comenzar a demolerlas? Es urgente que el Municipio de Guayaquil tome medidas proactivas y deje de lado la actitud reactiva que ha caracterizado su gestión hasta ahora. Solo así se podrá garantizar la seguridad de los ciudadanos y evitar futuras catástrofes.