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Apliquen el sentido común

Avatar del Rosa Torres Gorostiza

La situación de violencia criminal tiene múltiples responsables, desde las autoridades nacionales hasta los locales

No había puesto atención al significado de las palabras “sentido común” hasta el 25 de julio de 1993, cuando escuché pronunciarlas a Galo Martínez Merchán, el fundador de Diario EXPRESO. Él no se cansó de repetírselas diariamente a sus colaboradores hasta su deceso, en junio de 2022. Y no hay que olvidarlas jamás, porque son fundamentales para la toma de decisiones, de cualquier índole, personal o colectiva, local o nacional.

El sentido común es la capacidad para juzgar razonablemente las situaciones de la vida cotidiana y decidir con acierto. Y es de lo que adolecen las autoridades de los gobiernos cantonales y del gobierno central, que siguen equivocándose en las acciones encaminadas a la lucha delincuencial y criminal, porque aplican una y otra vez la misma receta, como si no supiesen que están erradas.

Los hechos de sangre registrados el fin de semana en las cárceles y en las calles de Guayaquil y otras urbes del país, y el asesinato del alcalde de Manta en su ciudad, no hacen más que evidenciar que está fallándoles el raciocinio, pero también la fuerza pública, y cuando digo esto me refiero a la Policía y a los militares, que no han logrado articular una estrategia que permita frenar la violencia criminal. Son ellos, aunque no los únicos, los responsables de cuidar la seguridad interna y externa del país, y no lo están haciendo como deberían. Y tampoco lo hacen ni lo han hecho los gobiernos de turno, que se han despreocupado de la salud y de la educación del pueblo y de atender sus necesidades. La responsabilidad también recae en los gobiernos locales, llámense prefecturas o alcaldías, que han descuidado el tejido social y han desatendido a la población más vulnerable en todo.

Pero también nos hemos equivocado los ciudadanos porque muchos votaron en contra de preguntas de la consulta popular de febrero pasado, que iban a permitir la extradición de ecuatorianos que cometieran delitos relacionados con el crimen organizado transnacional, y mantener la autonomía de la Fiscalía General del Estado. Y se equivocó la Corte Constitucional en sus fallos.

Y ahora, por los grupos de WhatsApp familiares y grupales, todos se quejan de lo que pasa y se preguntan por qué la policía y los militares no actúan. El sentido común les está fallando a todos.