Así se juega con la salud

Es un crimen que equipos, que aún tienen garantía extendida, hayan sido puestos en el contenedor de chatarrización en el hospital Guasmo Sur.
El término abominable es tal vez el más apropiado para calificar a quienes juegan con la atención médica en los hospitales públicos, porque solo están pensando en el dinero que pueden conseguir con las compras, sin importarles que haya equipos dañados, que fácilmente puede ser reparados, o que estos aún cuentan con las garantías extendidas del fabricante y que, por lo tanto, hay una entidad responsable de brindar la asistencia técnica y los repuestos para que todos estén operativos.
El hospital Guasmo Sur de Guayaquil, con una capacidad instalada de 474 camas y que fue construido y equipado por la empresa china Sinopharm, tiene casi el 50 por ciento de sus equipos médicos con problemas, en unos casos por mala manipulación y en otros porque no se hicieron los mantenimientos correctivos, falla tanto del contratante como del contratista.
Las anteriores administraciones la casa de salud y la actual, en vez de presionar por la urgente reparación de los equipos, entre los que hay camas que solo tienen dañado el enchufe, fueron arrumando los aparatos y presionando para la compra de nuevos equipos.
El año pasado el Ministerio de Salud y Sinopharm llegaron a un acuerdo para entrar a evaluar y recuperar los equipos que aún tienen la garantía extendida en los diez nuevos hospitales, entre ellos Guasmo Sur. Lo sorprendente es que en diciembre solo uno de los diez hospitales en la lista permitió el ingreso de los técnicos evaluadores: Lago Agrio. Los demás lo dejaron para el nuevo año, como si las necesidades de atención médica tuviesen un tiempo de espera inagotable.
De los cinco hospitales que ya han sido evaluados, entre ellos los de Lago Agrio, Esmeraldas, Latacunga y Monte Sinaí, Guasmo Sur es el que registra el mayor número de daños y, sin embargo aún no se terminan de firmar los documentos de respaldo de la revisión ni han llenado las matrices que permiten avanzar en el proceso de reparación. Los técnicos no solo hallaron equipos paralizados por la quema de un fusible, sino que algunos ya estaban en el contenedor de chatarrización. Otros no se utilizan porque no hay personal capacitado para manipularlos. Así se juega con la salud en los hospitales.