Premium

Primero se publica, después se sanciona

Avatar del Rosa Torres Gorostiza

Las redes sociales se han convertido en el canal para, a través de falsedades convertidas en verdades, captar el voto ciudadano

Cada red social tiene normadas las prohibiciones y restricciones para sus usuarios, pero el irrespeto a estas es diario y, por decir lo menos, incontrolable en el momento de la emisión del mensaje. El hecho de que primero se publique y después se haga el llamado de atención o el bloqueo de la cuenta no revierte la afectación causada.

Casi todas las redes prohíben la difusión de mensajes sobre alcohol, tabaco y contenido sexual o violento, pero estos se publican masivamente hasta que alguien lo reporta o algún algoritmo lo detecta y envía la alerta para que sea sacado del ciberespacio.

El último mensaje visual que vi, que me motiva a escribir este artículo, es el que envía un grupo de encapuchados al mando de un supuesto vocero que, con nombres y apellidos, amenaza a dos policías y sus familias (muestra sus fotografías y las de los carros en que presuntamente actuaron) por supuestamente robarles un cargamento de drogas.

Si ese mensaje me provoca rechazo e indignación, más rabia y repugnancia siento al verlo reposteado con fines políticos en esta contienda electoral, como si los ecuatorianos ya no estuviésemos viviendo en zozobra por el terror que causan las bandas criminales que se disputan territorios.

Parece que no basta que se utilicen las redes sociales para amenazar e intimidar a través de perfiles falsos, sino que a través de otros perfiles, también falsos, expresamente creados con fines protervos, se intente captar el voto ciudadano, asaltando la buena fe de los sufragantes.

Hay tantos mensajes falsos circulando por la internet, con declaraciones sacadas de contexto, con cifras manipuladas al antojo, con imágenes trucadas, que si a mí me cuesta discernir entre lo verdadero y lo falso, imagínense lo que les pasa a quienes no saben identificar lo real y lo que es ‘fake news’.

De allí que estoy convencida, de que parte de los votos que le darán el triunfo al nuevo presidente del Ecuador, el próximo 15 de octubre, provendrá de quienes han dado por certezas muchas falsedades. La encarnizada disputa por los votos se libra en las redes sociales, donde las mentiras siempre son mayores.