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Al rescate de la 9 de Octubre

Avatar del Rosa Torres Gorostiza

La desidia de las autoridades locales está dejando morir a la principal arteria de la ciudad, invadida en las noches por los trabajadores sexuales’.

Nada han hecho, ni el anterior alcalde ni la actual alcaldesa de Guayaquil para recuperar la lozaníade la emblemática y turística avenida 9 de Octubre, a pesar de los grandes esfuerzos de algunos negocios de mantenerla con vida aunque sea parte de la medianoche.

La principal arteria de la ciudad empieza a apagarse estrepitosamente, todos los días al anochecer, cuando los negocios comienzan a cerrar las puertas porque la inseguridad aleja a los clientes pero acoge a los trabajadores sexuales en sus 23 cuadras.

La baja intensidad de las luminarias, sumada a la ausencia de agentes metropolitanos y policías nacionales, vuelven lúgubre a la principal arteria de la urbe, cuyas autoridades, con su desatención constante, envían un mensaje desalentador a los habitantes y a los visitantes, de que el desarrollo comercial y el turismo no tienen importancia ni cabida en una planificación que debe abarcar la totalidad del centro de Guayaquil.

La falta de capacidad de respuesta a las necesidades ciudadanas no llama la atención si tenemos en cuenta que la desidia de las autoridades pasadas y presentes es lo que ha permitido la desatención y el desorden de una ciudad que está lejos de ser un modelo exitoso latinoamericano, como tanto se pregonó, como sí lo es Medellín, en Colombia.

Faltan nueve meses para que acabe la actual administración municipal y no hay ni el menor atisbo de que algo vaya a cambiar en la avenida 9 de Octubre. Al inicio de la gestión se dijo que había planes de convertirla en peatonal, pero más de tres años después nada ha pasado.

La pregunta que muchos nos hacemos es: ¿qué necesita la autoridad local para brindarle prosperidad a una calle tan importante, que conecta al río con el esteroSalado? A mí criterio, lo único que ha faltado es decisión política y planificación urbana para convertirla en un gran bulevar diurno y nocturno,generador de empleo, que impulse la economía local a niveles extraordinarios.

¿Qué inversionista no quisiera estar en la principal arteria de la urbe si esta recuperase su luz inicial? No sepultemos la historia de la ciudad.