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Rubén Montoya | “Dadme un eslogan y seré…”

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La ciudadanía está tan cansada, deprimida y asustada que se tragará la oferta que mejor conecte con su miedo

Tras el éxito del lanzamiento de mi candidatura por La (lista) 18, me veo obligado a hacer una pausa indefinida por dos razones: 1) busco pareja, digo binomio, y elegirla tomará semanas; estoy receptando carpetas, de preferencia la de Érika Vélez, por interno; y 2) mi escapada es estratégica: en medio de la alharaca de mis rivales, seré la mejor alternativa pues me moveré con el silencio de los sabios. Mientras menos hable, menos la riego. Candidatazo.

Como Rabascall, Serrano, Escala, Kronfle, Granja, etc., lancé mi nombre porque estamos convencidos de que aquí puede ser presidente un cualquiera. ¿Exageramos acaso? Hagan memoria...

Si los astros se alinean, uno de nosotros estará hecho. Nos avala la más reciente historia: ¿quién de ustedes daba dos reales por ‘El hijo de Alvarito’, como le decían hace un año al Excelentísimo Señor Presidente? ¿Ah? No nos vengan ahora con que le veían condiciones y talla. ¡No mientan!

Carlos (el Pepe ya se ahuevó), Jorge, Pedro, los Henry o yo apenas necesitamos dos cosas para dejar de ser Don Nadie: una, que El Mashi nos suba de nivel. Que nos alabe o ningunee, pero nos ponga en el mapa, como hizo con Daniel. Entonces, denme ideas de cómo lograr que se fije en mí. Les paso datos: odia a los abogados y a los periodistas, ama a los perros y es recontra racista: “decir negro y bruto es ser redundante, jajaja”. Yo fui abogado, soy periodista y hasta mi madre me dice Negro. Ujummm.

La segunda es que debemos encontrar una idea, UNA SOLA, que nos vuelva memorables (a veces ni eso: al que sabemos le bastó un cartón). Contamos con el caldo adecuado para meter cualquier presa y que la ciudadanía se la devore entera. Está tan cansada, deprimida y asustada que se tragará la oferta que conecte con su miedo, perdón, con su necesidad más urgente: somos el segundo país más violento de la región, Quito es la décima capital más peligrosa del mundo, Guayaquil es la Perla de los Narcos...

Si Velasco Ibarra decía hace 70 años: “dadme un balcón y seré presidente”, yo les digo hoy: “dadme un eslogan y seré presidente”. Ese es el estado de salud de mi candidatura. Y de nuestra democracia.