Culpa nuestra

Charlatanes ha habido siempre y aprovechados de la incertidumbre y miedos ajenos, más. Contra ellos, ha funcionado la información precisa y veraz. Pero estamos fallando dolorosamente si, tras una pandemia que ha alterado los planes vitales del mundo entero como solo podía preverse al inicio de una película de desastres naturales, hay un número no minoritario de conciudadanos que temen a la vacuna más que a las consecuencias fatales del virus para el que fue creada. Que han preferido dar por buenas las teorías de la conspiración antes que a las evidencias científicas.
Más allá de la labor comunicacional gubernamental, en cuya eficacia no entro, ha sido siempre tarea de los medios entregar a los ciudadanos todos los insumos para que construyan su propia opinión informada. Para que puedan actuar en consecuencia, a sabiendas y no desde la ceguera. Y hemos fallado. Y hablo en plural por dos razones. Primero, porque unas cabeceras y también unas figuras influyentes han funcionado como altavoces que replicaban bulos y suspicacias sin el menor ejercicio de contraste. Solo porque hay que dar todas las versiones. O solo porque se creyeron también los mismos mitos, lo cual permite deducir que su ejercicio de contraste fue insuficiente.
Y segundo, porque los que hemos buscado voces académicas, científicas y médicas variadas y acreditadas para averiguar si las suspicacias sobre las vacunas tenían algún indicio de certeza, no hemos sido lo suficientemente diligentes ni contundentes a la hora de trasladar esas conclusiones a la audiencia. No para convencer, sino para que cada quien usase su lógica y desmontase los bulos.
Hemos fallado porque hoy hay personas que prefieren asumir el riesgo de quedarse sin la inmunización pese a que se está aplicando a millones de personas en todo el mundo, en todos los países, en todos los regímenes, en los que nos sirven de marco referencial y en los que aparecen en todos los titulares como modelos fallidos. Hoy, como siempre y quizás más que nunca, hacía falta un periodismo responsable generalizado. Y, a la vista de los resultados, hemos fallado.