Dos hombres

Quisiera decir que, en un plano teórico, no es verdad. Que se busca la equidad, que todos tengamos igualdad de oportunidades y de trato sin importar el género.
He escuchado a los hombres reprochar que la lucha feminista no quiere la igualdad, que quiere dar privilegios a las mujeres. Quisiera decir que, en un plano teórico, no es verdad. Que se busca la equidad, que todos tengamos igualdad de oportunidades y de trato sin importar el género. Ese es el objetivo. Pero tengo que darles la razón. Los hombres van a perder privilegios. Las mujeres van a ganar espacios. Es verdad. No me da pena ni me parece ninguna injusticia.
No hay forma de equilibrar una situación desigual sin, precisamente, compensar las desigualdades previas. Lo que me gusta de esas voces masculinas que lanzan con tono de reproche -y de resignación también- lo ambiciosa que es la lucha de las mujeres es que protesten. Están conscientes de que van a perder espacio y prerrogativas solo por su género. Y eso es una injusticia. Bien que se vea tan claro. Es positivo que puedan identificar la discriminación. Llevan siglos ciegos beneficiándose por lo mismo y ahora que ven venir la amenaza de ser agraviados por ser hombres lo ven clarísimo. Eso seguramente les hará entender el porqué de la lucha feminista. Si no están de acuerdo hoy con que se privilegie todo lo que favorece a las mujeres -con la meta de la equidad de fondo-, entonces seguramente aplicarán la misma lógica a lo que ha venido pasando hasta ahora, siempre y en todos los ámbitos. Es como si los lentes grises con los que veían la realidad de repente les permitiera ver la desigualdad en colores. Y sí, tienen razón, es feo verse apartado o perjudicado solo por ser hombre o mujer.
Esta iluminación repentina abrirá, necesariamente, una grieta entre dos tipos de hombres:los que comprendan, empaticen y apoyen la causa feminista hasta que se den unas condiciones de real equidad y los que no quieran renunciar a sus privilegios a sabiendas de que la otra mitad del mundo seguirá ninguneada por ello. Feministas o machistas.
A algunos esto le parecerá radical. Ya sabrán de qué lado están. Otros se sentirán incómodos, pero comprenderán. Y otros, afortunadamente cada vez más, ya lo tenían claro.