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Sophia Forneris | Más que un deporte, una comunidad

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La práctica de deportes está asociada a mejor trabajo en equipo y responsabilidad social

Siempre fui ‘la nadadora’, no era desconocido para mí tener que levantarme los sábados a entrenar de forma casi religiosa. Tanto, que llegué a nadar en la primera división en una universidad americana. Pero al igual que muchos atletas, a lo largo de mi vida perdí esa pasión y en 2016, dos años antes de graduarme de la universidad, renuncié. Lo hice porque ya no le veía sentido, porque económicamente vivir del deporte es casi imposible y porque fisicamente mis rodillas no daban más. Durante ocho años mi amor por el deporte nunca cedió; aunque no volví a la piscina exploré otros deportes, también el ‘crossfit’. Pero nada me motivaba lo suficiente como para entrenar para una competencia. Muchos se preguntarán, ¿por qué competir? ¿Por qué no simplemente ir al gimnasio como cualquiera y aspirar a llevar una vida más sana? La verdad es que una vez que descubres lo gratificante que es lograr un récord personal o una medalla sudamericana es difícil hacer deporte solo por hacerlo.

Esos años crecí, entendí que técnica y perseverancia sobrepasan cualquier habilidad nata que se pueda poseer. Entendí la importancia de contar con un profesional calificado en nutrición guiando las comidas; ningún ‘influencer’ dará consejos que verdaderamente funcionen. Aprendí que no existen atajos en el camino hacia el éxito y sobre todo me di cuenta de que si quieres algún cambio físico o en la vida privada y/o profesional, siempre demandará trabajo arduo.

¿A que va todo esto? Este fin de semana volví a nadar. Volví a sentir los nervios al subir al partidor y algo dentro de mí hizo clic; estaba en casa. Muchas de mis compañeras, también exnadadoras, sintieron esa chispa y observé en tiempo real cómo esa llama se encendía nuevamente. Todas sentimos que habíamos regresado.

La práctica de deportes está asociada a mejor trabajo en equipo y responsabilidad social, crea un ambiente donde se fomentan habilidades como determinación, perseverancia y pensamiento critico. Un deporte enseña empoderamiento personal y responsabilidad de autocontrol, pero principalmente, a establecer objetivos en la vida, a gestionar el tiempo inteligentemente y a tener empatía hasta con aquellos que no se lo merecen.