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Sophia Forneris: Qué necesita Ecuador

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Obviamente, es primordial rescatar la inseguridad en este momento pero no nos olvidemos de la educación y la salud

La historia de la educación sexual en el Ecuador nace bajo una estricta política conservadora religiosa hasta la Revolución liberal. En las décadas de los 70, la producción de banano llevo al país a ser el primer exportador mundial, provocando el cambio cultural.

El auge económico generó una rápida urbanización de la población; mejoró la higiene y consecuentemente la salud; facilitó la comunicación entre grupos humanos con un moderno sistema de carreteras (para la época) y esto abrió las mentes a las ideas universales.

Fue justamente en estos años cuando se presentó a la opinión pública y a los organismos de conducción de la sociedad dos ideologías sociales, entonces totalmente desconocidos en el país; la planificación familiar y la educación sexual.

El Ecuador no se había aislado de un nuevo alarmante fenómeno mundial: el crecimiento acelerado de la población, lo cual hacía crisis en la multiplicación de los barrios marginales urbanos y en la desilusión frente a las expectativas crecientes de una gran parte de la población.

Ahora los problemas relacionadas con la educación sexual son otros. Aunque se ha fomentado el acceso a ella sigue siendo evidente la diferencia en recursos entre las clases sociales.

La planificación familiar es un término indicativo de las prácticas de una pareja que tenga como fin el control de la cantidad de hijos. La planificación familiar también promueve el diálogo en pareja para medir el tiempo que desean esperar entre cada hijo, para así estar económicamente preparados para tener un hijo.

Ahora en las vísperas electorales busquemos delegados que conozcan la historia del Ecuador. No solo en temas económicos sino también culturales. El Ecuador es un país pequeño, pero diverso, y es importante que todos se sientan representados. El acceso a educación junto a brigadas médicas es una necesidad en nuestro país.

Obviamente, es primordial rescatar la inseguridad en este momento pero no nos olvidemos de la educación y la salud.