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Sophia Forneris: Sonando las trompetas

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Cuando las trompetas dejen de sonar, será el Ecuador de todos el que permanezca

La trompeta ha sido un símbolo de gran importancia tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento. Su sonido puede representar una alarma de guerra, un llamado a reunirse o una orden para marchar.

Dios ordenó el uso de dos tipos de trompetas como medios de comunicación masiva: el cuerno de carnero, cuyo sonido penetrante se utilizaba para alertar sobre guerras, la proximidad de un enemigo o una calamidad inminente. Y las trompetas de plata, que emitían un sonido melodioso, y se utilizaban para congregar al pueblo.

Hoy las trompetas de carnero han sonado nuevamente: han comenzado oficialmente las elecciones presidenciales en Ecuador.

¿Quién se lució en el último debate presidencial? La respuesta es simple: ninguno. En mi opinión, el único perdedor fue el pueblo ecuatoriano. Fuimos testigos de un enfrentamiento sin sustento, donde los candidatos parecían más preocupados por generar contenido para redes sociales que por presentar propuestas concretas.

Los temas que han causado mayor controversia en la sociedad, como los chats de la Liga Azul, militantes con pasados turbios o deudas pendientes con el SRI, solo fueron mencionados para intimidarse mutuamente. El debate se centró en ataques personales y escándalos, pero en ningún momento se cuestionaron en profundidad las propuestas de cada candidato.

En este escenario, los aspirantes a la presidencia no lograron captar la atención del voto indeciso, que sigue representando un grupo significativo en el país. Esperemos que en el transcurso de la campaña sean capaces de desglosar sus planes de trabajo y, sobre todo, explicar cómo piensan financiar sus proyectos, ya que este aspecto quedó pendiente en el debate.

La polarización política se está profundizando en todo el mundo, paralizando gobiernos y, en algunos casos, alimentando la violencia. Al final del día, debemos recordar que, sin importar el resultado electoral, todos seguiremos compartiendo un mismo país. Cuando las trompetas dejen de sonar, será el Ecuador de todos el que permanezca.